Azores anula un concurso al que optaba el astillero Barreras para construir dos ferris

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO

La armadora aduce que ninguno de los tres astilleros que competían por el pedido, entre ellos Armón, se ajustaban a las exigencias

30 sep 2014 . Actualizado a las 11:23 h.

El naval vigués arrancó, pero el impulso no está adquiriendo la fuerza prevista. Especialmente paradigmático es el caso de Barreras, cuya cartera de pedidos no termina de consolidarse, sobre todo después de que Pemex, principal propietaria del astillero, confirmara su intención de licitar los tres tanqueros que hace meses que se daban por adjudicados directamente a Vigo.

Ahora es la armadora Atlênticoline, con sede en Azores, la portadora de nuevas malas noticias. Acaba de anunciar la anulación de un concurso para la construcción de dos ferris en el que fuentes conocedoras del proceso aseguran que Barreras era la empresa mejor posicionada. «Ya es la segunda vez que lo anulan», lamentaba ayer el presidente del astillero más grande de España, José García Costas, que se resiste a dar por perdido el pedido: «La situación no pinta bien, pero estamos defendiendo nuestra postura», afirmó.

La armadora Atlânticoline emitió el pasado día 26 un comunicado en el que explica que ha tomado la decisión de anular el concurso después de que el jurado elegido para evaluar las ofertas informara al consejo de administración de la empresa que «las propuestas recibidas no reunían todas las exigencias del expediente de contratación».

Repetir el proceso

En el mismo comunicado se da cuenta de que «en el plazo máximo de un mes» se convocará un nuevo concurso internacional con el mismo objetivo, esto es, la construcción de dos ferris que permitan asegurar el transporte tanto de pasajeros como de automóviles entre las islas Azores. Tanto las características técnicas como el precio base de los buques será el mismo que en el del concurso que han dado por liquidado: 115 metros de eslora y 85 millones de euros por unidad.

Argumenta Atlânticoline su decisión en la importancia que «un proceso de esta dimensión» supone para la región autónoma de Azores: «Agotadas todas las fases procedimentales previstas en la ley, y en la mejor defensa de los intereses que están en juego, no podemos tomar otra decisión que no sea la exclusión de los concurrentes y dar por cerrado el procedimiento», concluyen.

Los dos astilleros que competían con Barreras por hacerse con el pedido eran el asturiano Armón -con factoría en Vigo, la que más carga de trabajo acumula en la ría- y el noruego Fiskerstrand Verf.

El presidente de Barreras recuerda que este tipo de procesos concursales están sometidos a unas normas y que el astillero está tratando de hacer valer los derechos que le asisten. En este sentido, aunque reconoció que «el escenario que se abre no es el mejor», no están dispuestos a dar la batalla por perdida.

Todo indica que los dos ferris de Atlânticoline, destinados al tráfico entre islas en el archipiélago de las Azores, eran una parte sustancial del contrato «muy fuerte» que la pasada primavera anunciaba García Costas y que daba por hecho que se pondría en marcha antes de rematar el verano.

También se da por perdido un tercer ferri, en este caso para Argelia, por el que también competía con Armón, además de con Navantia y con sendos astilleros de Alemania y Croacia. El pedido garantizaría trabajo para algo más de dos años, a los que habría que añadir al menos otros dos de los ferris de Azores. Al igual que en este caso, la oferta de Barreras era la que reunía mejores condiciones, tanto económicas, 122,6 millones de euros, como de ejecución, 26 meses, frente a los 171 millones y 28 meses de Armón, 183,5 millones y también 28 meses de Navantia, 139,8 millones y 24 meses de Brodogradevna (Croacia), y 247 millones y 29 meses de Meyer Wertf (Alemania).