Los bomberos creen que los daños en la antigua nave de Freiremar obligarán a demolerla

E.V.PITA VIGO

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

Explican que el techo se colapsó: "Ardía por todos los lados, era un infierno"

03 ago 2015 . Actualizado a las 23:46 h.

Los bomberos seguían anoche con labores de refresco de los rescoldos de la antigua nave de Freiremar. Los daños en la estructura han sido tan importantes que algunos participantes en las labores de extinción dan por hecho que la factoría va a tener que ser demolida. No hay fecha para esa labor pero, mientras tanto, el tráfico en ese tramo de Beiramar tendrá que seguir cerrado por el riesgo que supone la caída de cascotes para los conductores.

Todos los hombres disponibles de los parques de Teis y Balaídos salieron a sofocar las llamas. El alcalde Abel Caballero habló de cinco dotaciones y tres refuerzos. En total, trabajaron 30 bomberos con dos vehículos nodriza y un brazo articulado. Un participante en la extinción habla de un escenario dantesco, un infierno de calor y llamas hasta el punto de que uno de los bomberos sufrió un golpe de calor pero a última hora de la tarde fue dado de alta.

«Ardían las latas de conserva y su aceite, y el aislamiento de la nave. La estructura está muy tocada, creo que habrá que echar todo abajo, la fachada y todo, y que la calle debe seguir cerrada», dijo ayer un bombero que participó en la extinción.

«Aquello era un infierno, con mucha carga de fuego, era un escenario muy complicado, nos caían trozos de material encima», señala un bombero. «Esa nave era muy grande, el fuego se inició a 12.20 horas, llegamos en cinco minutos y aquello ya ardía por todos los lados, se veía fuego por todos lados. El techo metálico se colapsó por el calor, estábamos a más de 300 o mil grados», dijo otro.

El incendio en la nave de la frigorífica Freiremar, en Jacinto Benavente, que puso en alerta a Vigo, ha sido controlado.

El fuego, producido por las obras de reforma de la antigua fábrica, obligó a desplegar a todo el parque de bomberos de Teis tras darse una alerta que colapsó con llamadas de particulares la centralita de la comisaría. Los vecinos veían una gigantesca nube de humo desde toda la ciudad. En la zona también se produjo un caos de tráfico. 

El incendio de Freiremar obligó en un primer momento a desalojar a 200 trabajadores de la conservera colindante Albo que estaban realizando sus tareas. «Vimos que entraba fuego y humo y salimos corriendo», relata un empleado de Albo. «Corred, corred», gritó una empleada.

Al parecer, el fuego empezó en la nave de Freiremar en torno a las 12.00 horas. Dicha fabrica de pesca frigorífica está inactiva y estaba realizando unas obras de reforma cuando ocurrieron los hechos.  

Miedo por la conservera Albo

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, confirmó poco después que parte de la estructura de la nave de Freiremar se había desplomado. Los esfuerzos de los bomberos se centraron en evitar que las llamas se extendieran a la conservera Albo porque tiene almacenados depósitos de aceites y bombonas.

El alcalde de Vigo dio por controlado el incendio poco después de las dos de la tarde. Entonces estimó que las tareas de extinción durarían varias horas. Los bomberos calculan que las labores seguirán hasta la noche. «Era un infierno, el aceite estaba lleno de aceite ardiendo bajo una montaña de escombros, tendremos que seguir echando agua para enfriarlos», contó un bombero.

Parte de los trabajadores de Albo han regresado al trabajo en una tercera nave que está a 100 metros del escenario del incendio, en una zona que ha sido reabierta al tráfico.

Según explicó Abel Caballero, los dos obreros que hacían la reforma usaron extintores para apagar el fuego pero tuvieron que escapar porque el habitáculo estaba forrado con material altamente combustible.

 Las llamas se extendieron a un almacén que tenía alquilado Albo en la nave incendiada y reventaron cientos de latas de conserva que vertieron aceite y que ardió, lo que acrecentó el incendio.  El alcalde confirmó que las obras de reforma tenían licencia municipal.

En el incendio actuaron cinco dotaciones u tres refuerzos, así como 30 policías nacionales y decenas de locales.

El fuego se inició por una chispa de soldadura

El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Ignacio López-Chaves, confirmó que el fuego se inició por una chispa de soldadura  durante las obras de reforma de la fábrica de Freiremar, que ahora pertenece a Frigalsa. La reforma trabajaba para habilitar dos naves de almacenaje frigorífico de atún. La factoría iba a empezar a funcionar en septiembre para el enlatado de atún y una partida de pescado ya venía hacia Vigo. 

Dos testigos directas, Naiara y su madre Carmen Fernández, vieron «una explosión y una gran bola de fuego y caían cosas negras del cielo, nos asustamos mucho y aún estamos temblando».