Conde deslumbra al remo mundial

m. v. f . VIGO / LA VOZ

VIGO

Es el primer gallego premiado por la Federación Internacional como mejor promesa

19 mar 2017 . Actualizado a las 09:54 h.

Rodrigo Conde sigue recogiendo los frutos de una temporada, la pasada, a la que asegura que no le podía pedir más. Este miércoles recibió con sorpresa e incluso incredulidad la noticia de que había «cumplido otro sueño», el de ser reconocido como Rising Star del mes de marzo que concede la Federación Internacional de Remo. No tiene constancia de que ningún otro gallego lo hubiera logrado antes.

«Es un premio que distingue a los remeros con mayor proyección internacional, a las promesas futuras que están naciendo», explica el moañés, que añade que es un premio del más alto nivel, muy prestigioso en este ámbito. «Soñé mil veces que era Rising Star. Me acuerdo de cuando hace años, recién entrado yo en la selección, lo ganó un compañero mío del Náutico de Sevilla, Álvaro Romero. Para mí era una locura ver que él había llegado ahí y ahora me veo en ese lugar. Es muy gratificante».

La primera noticia que tuvo del premio fue la enhorabuena de un entrenador. «Le pregunté por qué, claro. No tenía ni idea. Me habían hecho una entrevista para la web -que acompaña en Internet a su perfil como merecedor de esta distinción-, pero no me explicaron que fuera para esto», relata. Pasadas las horas, dice que se lo cree porque lo ha visto on-line con sus propios ojos, pero admite que no del todo. «Aún no tengo asimilado del todo que soy campeón del mundo sub-23, así que con esto será algo parecido. Las cosas van saliendo, las vas consiguiendo, pero no acabas de ser consciente, es como si en realidad no sucediera. Una sensación rara».

El campeonato del mundo sub-23 logrado el pasado verano es uno de los méritos que considera que han llevado a la Federación a fijarse en él, pero no cree que haya sido lo que ha pesado más. «Supongo que el mundial influye, pero que habrán pesado más el quinto puesto en la Copa del Mundo y el cuarto en la repesca, los dos en categoría absoluta», dice. Porque Conde aún no ha cumplido los 20 años. «Ser campeón del mundo es increíble y te hace sentir muy orgulloso, pero esos resultados a mi edad, igual o más. Hay muchos campeones del mundo sub-23 y no tantos que hayan conseguido llegar a una final A».

A nivel anímico le supone una inyección en un momento clave. «Me viene especialmente bien porque es la última semana de carga, estamos súper cansados y la cabeza empieza a perder motivación», indica. Justo a las puertas del reto más inmediato. «Ahora tenemos el Trial de Primavera, que es una regata bastante importante a nivel nacional. Luego vendrá la regata de Piediluco». Allí logró dos platas el año pasado. «Es categoría absoluta, pero con menos nivel que una Copa del Mundo o un Mundial. El objetivo será intentar ganar».

Tras cambiar Galicia por el CAR de Sevilla hace tres años para mejorar sus condiciones de entrenamiento, la temporada pasada trabajó en Cataluña y este año ha regresado a Sevilla. «Fue una decisión complicada. Al principio es un salto grande y te cuesta adaptarte», admite. Pero ahora sabe que fue lo correcto. «Mejoré mucho, sobre todo el año pasado. Salió todo tan redondo que no creo que esta temporada vuelva a correr tanto». Pero asegura que lo intentará. Y con la vista puesta en el gran objetivo: Tokio 2020.