Conxemar copa el turno de cenas en los restaurantes de Vigo y casi no deja camas

M.A.P. VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Apenas tres hoteles tienen habitaciones disponibles por más de 200 euros

01 oct 2022 . Actualizado a las 08:54 h.

Que a la clase empresarial le gusta cerrar acuerdos de expansión y venta a mesa puesta es una costumbre más vieja que las pesetas. Quienes ejercen como anfitriones en Conxemar ya reservan cenas de cortesía en los fogones más habituales de Vigo, con el afán de volver a encontrarse liberados de prevenciones profilácticas. «Estamos prácticamente llenos de lunes a jueves» o «tendremos el restaurante cerrado» son frases que comparten hosteleros de la ciudad. El sector está preparado para recibir a decenas de miles de personas que se darán cita en Vigo la próxima semana con motivo de la feria del congelado.

Locales como el Bar Puerto, Detapaencepa, Casa Marco, Nisio o el Restaurante Mauro, al otro lado del puente de Rande, han llenado prácticamente los turnos de noche durante la celebración de la feria y su jornada previa. Encontrar mesa para almorzar todavía es factible. Los productos del mar congelados conceden el protagonismo a marisco y pescados frescos en horario nocturno. La denominación de origen Rías Baixas también se demanda a riadas, en una muestra más del potencial gastronómico que se cuece en Vigo.

Otra cuestión que deja clara la potencia de la feria más importante del año es la ocupación hotelera. Se manejan cifras de temporada alta durante la celebración de Conxemar. A cuatro días de la inauguración, apenas el Maroa Hotel, el Alda y el Ogalia tienen camas disponibles entre el 4 y el 7 de octubre. Pero el última hora se paga caro: entre 200 y 300 euros por noche. Por ejemplo, el Hotel Alda Porta do Sol pide 817 euros por tres noches. El hotel Attica 21, inaugurado en la playa de Samil el pasado julio, registró una alta demanda de este turismo empresarial desde que abrió sus puertas. Alojamientos de gran tamaño como este, el Eurostars Mar de Vigo, el NH Collection o el Pazo Os Escudos ya no tienen habitaciones disponibles en los buscadores especializados de internet.

El sector hotelero ha recuperado las cifras de ocupación que manejaba antes de la pandemia para la primera semana de octubre. La emergencia sanitaria impidió la celebración presencial de Conxemar en el 2020 y condicionó su organización el año pasado, cuando la asistencia fue limitada y empresas frecuentes en la feria, con lazos comerciales con la industria pesquera gallega, no acudieron hasta España por la influencia del virus.

La edición de este año, que es la número 23, supone una bocanada de aire fresco para el sector terciario vigués tras dos ejercicios económicos sensibles. Otra de las novedades que se ultimaba para esta feria era la inauguración del Palacio de la Oliva, uno de los proyectos urbanísticos más prometedores del Casco Vello vigués, para organizar un afterwork de la feria, pero es probable que su apertura se posponga hasta mitad de noviembre.

Conxemar rae consigo dos novedades más. Por un lado, el cambio de su presidencia. El histórico José Luis Freire cedió el testigo hace tres meses a Eloy García. Otra es la ampliación del Ifevi en 5.000 metros cuadrados, una demanda histórica por parte de la organización de la feria, que llevaba años alcanzando su máxima ocupación en expositores y mantenían que, en caso de contar con más espacio, lo llenarían y consolidarían aún más el evento.

El listado de expositores en el Ifevi supera los 700, con novedades como Croacia o Ecuador, con lo que la asociación organizadora espera alcanzar un nuevo récord de asistencia en esta edición.