Lateral de balonmano desde la cuna

X.R.C. VIGO

VIGO

M.MORALEJO

Hijo de exjugador del Lalín, Brais comenzó a los seis años en una posición que jamás abandonó; con 17 fichó por el Cangas, donde cada vez es más importante

11 nov 2022 . Actualizado a las 20:19 h.

El balonmano le viene de cuna, igual que su posición de lateral izquierdo. Brais González (Lalín, 2001) no conoció más balón que el que se impulsa con la mano. A los seis años ya estaba «fozando» con una pelota, en edad infantil vivió su primera concentración con la selección española y en juveniles ya era un fijo en la primera plantilla del histórico Lalín. Por eso con 17 años lo reclutó un recién llegado Nacho Moyano para el Cangas, en donde esta temporada está llamado a convertirse en pieza importante para la salvación. El pasado fin de semana firmó el gol del triunfo ante el Anaitasuna en el último segundo y hoy (19 horas) será pieza clave en el derbi ante el Cisne.

La relación de Brais con el balonmano tiene una sencilla explicación. Su padre, que también ejercía de lateral izquierdo, llegó hasta la segunda categoría con el Balonmán Lalín. De su mano entró en contacto con un deporte que marca su vida. «Sempre andaba molestando coa pelota e ós seis anos fixeron un equipo de biberóns e empecei», recuerda. Enseguida comenzó a sobresalir, a jugar en equipos por encima de su edad, en su primer año de infantil ya fue reclutado para una concentración en Sierra Nevada y en cadetes vivió su primer torneo con España en Gyor (Hungría).

Alto (mide 189 centímetros), con buena planta y un estupendo físico, en el último año de juvenil ya destacaba en el Lalín sénior y Moyano, que le entrenó en la selección española júnior, ya le tenía en su radar. «Chamoume e díxome que viña para Cangas e que quería contar comigo».

Entonces, se dio la tormenta perfecta para Brais: el lalinense quería estudiar INEF en Pontevedra, sus abuelos tenían una casa en Cangas y él estaba fascinado con el ambiente de O Gatañal, a donde acudía con su padre desde el Deza a ver partidos. «Nunha semana, asinamos», dice de su acuerdo con el Cangas, que provocó algún revuelo en Lalín porque «había moita rivalidade e cando anunciei o cambio case me matan», dice entre risas.

Cuarta temporada

De aquello ya han pasado tres temporadas y Brais se ha ido curtiendo con compañeros de viaje como Muratovic, Dani Cerqueira, Javi Díaz, Dani Fernández o David Iglesias. La salida del bueués el pasado verano le ha dado más galones y más protagonismo esta temporada, en la que suma ya 39 goles (el curso pasado hizo un total de 53). «Este ano teño máis protagonismo, estou xogando uns 40 minutos por partido e ao ter confianza, fas máis lanzamentos», un aspecto en el que le incide Moyano por sus buenos porcentajes.

Ante Anaitasuna, en un partido que marcó un punto de inflexión para el equipo cangués, firmó un gol antológico en el último segundo al sorprender a la defensa rival y elevarse para introducir en la red un servicio de Martín Gayo. «Coñecémonos moito logo de anos na selección e no Cangas e só con mirarnos non facía falta dicir nada», comenta el lalinense de un gol que rompió la mala dinámica de un Cangas que lo ató por dos años más y del que no tiene pensado moverse por el momento. Está en su mundo perfecto.