Manual para salvar un ave herida sin ayuda de expertos

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO

Ave muerta que llegó a la costa de Vigo en la última semana.
Ave muerta que llegó a la costa de Vigo en la última semana. Cedida

Suelen estar en situación de estrés y siempre intentarán huir, aunque lo mejor es alertar al Seprona o 112

22 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Este encadenamiento de temporales provoca víctimas, aunque no sean muy visibles porque el relativo mal tiempo (que llueva y haga frío en invierno es buen tiempo, recuerden la sequía y la emergencia climática) nos aleja de las playas. Los viejos mariñeiros dicen que el mar no quiere nada que no sea suyo, y lo devuelve. Es desolador contemplar tras los temporales la inmensa cantidad de residuos, fundamentalmente plásticos, que tapizan los arenales estos días que los concellos no hacen limpieza para que los turistas disfruten de playas esplendorosas.

Cada día se arrojan al mar, solamente en las costas españolas, 126 toneladas de plásticos que son apenas una mínima parte de los que se vierten en tierra y, a su vez, a las costas llega una mínima parte de los que continúan navegando y contaminando los mares. Pero junto a nuestros residuos, el mar nos está dejando en las playas un gran número de aves marinas. Muchas llegan muertas, especialmente aves pelágicas, las que viven gran parte de su vida en el mar y no han podido soportar el frío y los fuertes vientos, pero junto a ellas llegan otras más afortunadas que superaron la dura prueba y se acercan a la costa buscando refugio. En general estas supervivientes no necesitan ayuda, solamente tranquilidad, descanso y recuperar fuerzas, por lo que la norma general de evitar molestarlas (ojo también con los perros sueltos) resulta especialmente importante.

Aunque podemos encontrar algunos casos en los que las aves necesiten un poco de ayuda, por lo que en vista de que tenemos unos días de sol y nos acercaremos a los arenales, permitan un pequeño protocolo de actuación de los colectivos ecologistas por si nos encontramos un ave enferma, herida o con síntomas de debilidad extrema que podemos identificar porque apenas puedan moverse. Lo primero sería avisar al centro de recuperación de fauna silvestre provincial (en nuestro caso, el de Carballedo, el número de teléfono es 606 656 017) desde donde pasarían aviso al agente de medio ambiente más cercano. De no ser posible que nos atiendan (tienen sus horarios), recurramos al 112, que pasaría aviso también a los agentes ambientales o al Seprona de la Guardia Civil.

Pero como en ambas entidades tiene efectivos limitados, es posible que no tengamos otra opción que capturar al ave hasta que acudan a rescatarla. Sigamos estos consejos: ante todo debemos tener en cuenta actuar con precaución, para no dañar a las aves y evitar que ellas nos puedan hacer daño. Pensemos que están en una situación de estrés, que para ellas somos potenciales depredadores y por lo tanto siempre intentarán huir o defenderse. Recordemos también que llegan exhaustas y con sus fuerzas al límite, por lo que si no somos capaces de cogerlas en un par de intentos es mejor no seguir acosándolas y dejar pasar un tiempo prudencial para que se tranquilice; de lo contrario ese gasto extra de energía al intentar huir puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Es recomendable acercarse despacio y no echarles mano, sino arrojarles encima una toalla o chaqueta para envolverla con ella. Recordemos también que muchas de estas aves son migratorias y seguimos en alerta por gripe aviar. Que no cunda el pánico pero es recomendable usar guantes y ponernos la mascarilla si tenemos que manipular al ave. A continuación debemos introducirla en una caja de cartón, con agujeros de ventilación, y llevarla a un lugar seco, cálido y tranquilo (por favor, no la acribillen a fotos para subir a las redes ni la manipulen innecesariamente) y dar aviso de donde la tenemos para que los agentes ambientales acudan a buscarla para trasladarla al centro de recuperación.