La plantilla de Vitrasa vota seguir en huelga

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

La empresa asegura que se coartó a los trabajadores porque no hubo votación secreta

13 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Rechazo absoluto a parar las movilizaciones en el transporte público de Vigo. La mayoría de los trabajadores de Vitrasa que han participaron en las votaciones del preacuerdo está a favor de seguir con la huelga que cumple 50 días. En las dos asambleas celebradas un total de 173 trabajadores han votado a favor de seguir con los paros, 33 en contra y 12 se han abstenido.

El grueso de la participación se produjo por la mañana en una primera votación en la que 102 trabajadores se decantaron a favor de seguir con la huelga mientras que 23 apoyaron el preacuerdo que fue alcanzado por la mayoría del comité de empresa. Hubo otras 10 abstenciones, según informó el vicepresidente del comité de empresa Manuel Núñez, de Comisiones Obreras, que explicó que a la mayoría de la plantilla le parece insuficiente la propuesta de la empresa, que no contempla subidas por los años 2021 y 2022, ya que el alza de sueldos sería a partir del 2023.

Las votaciones se realizaron de un modo curioso: los partidarios de continuar con la huelga tenían que ponerse a la derecha, los que estaban a favor de parar la movilizaciones se ponían a la izquierda. Y en el centro se colocaron los pocos que se abstuvieron, entre ellos algunos contratos eventuales que no querían quedar mal ni con unos ni con otros. Todos tuvieron que identificarse y los cargos de la empresa que asistían y votaban también vieron las posiciones de cada uno. La empresa ha criticado que el voto no fuese secreto y ha dicho que al no ser así el comité coarta a los trabajadores. Y pide a la plantilla que reconsidere la situación.

El presidente del comité Imanol Arnoso, de la CIG asegura que la plantilla no se ha conformado con la oferta de la empresa y que hoy mismo se retoman las movilizaciones a la puerta de Vitrasa a las cinco de la mañana,.

Después de una intensa jornada de negociaciones, el jueves se logró un preacuerdo que tenía que ser ratificado por las asambleas de trabajadores. La mayoría de los empleados que acudieron a las cocheras de Camposancos esta mañana ya habían expresado su opinión en contra del pacto con la empresa y quedaban los que tenían que votar por la tarde, que lo acaban de hacer con un veredicto inapelable.

El preacuerdo fue firmado por 4 trabajadores de la CIG y 2 de UGT mientras que en contra votaron 3 delegados de Comisiones Obreras y uno de USO. Otros delegado de USO se abstuvo.

La diferencia de opiniones se puso de manifiesto en una acalorada asamblea ya que después de 50 días de movilizaciones los ánimos están encendidos porque hay conductores que apenas han cobrado 196 euros brutos por un día trabajado el mes pasado, como es el caso de Alberto Besada. Con los descuentos el sueldo se le quedó en 26 euros.

Los empleados cobrarían un 2,5 % más por el año 2023 y este año que acaba de empezar se actualizarían las tablas salariales y se cobran los atrasos, según dijo Santos Sánchez, de UGT. Había un pacto sobre la nocturnidad y en talleres y cambios de turno entre compañeros y se mejorarían los descansos en las paradas.

El presidente del comité de empresa, Imanol Arnoso, de la CIG ha matizado que el preacuerdo tenía que ser refrendado y que al no ser ratificado podrían volver a negociaciones. El preacuerdo suponía abrir una período de conversaciones de tres semana para elaborar el nuevo convenio colectivo. Se barajaba que iba a estar firmado sobre el 20 de marzo. Pero ahora estos plazos estimados tendrán que ser revisados en un ambiente de cansancio y crispación. El presidente del comité indicó que los atrasos iban a ser revisables y que va a haber mejoras en el turno de vacaciones y de descansos.

El lunes volverán las protestas por las calles de la ciudad. Las movilizaciones han supuesto atascos y largas esperas en las paradas de autobuses para miles de vigueses. La huelga ha costado 42.000 euros en lunas rotas y daños en los vehículos. Con mucha frecuencia los autobuses han sufrido apedreamientos a la salida de las cocheras.

Durante la huelga varios trabajadores fueron expedientados e incluso varios de ellos fueron suspendidos de empleo y sueldo durante dos meses con lo que su situación económica durante las Navidades fue complicada. Esta misma semana, el presidente del comité, Imanol Arnoso, de la CIG mostraba su voluntad de poder llegar a un acuerdo que supeditaba al conjunto del comité, que actúa democráticamente.

Los trabajadores han mantenido polémicas con el gobierno local que les ha acusado de estar manipulados por la CIG y el Bloque, un extremo que han desmentido apelando a la pluralidad política en el comité. Los incidentes con el alcalde Abel Caballero durante las Navidades han sido también una nota de tensión.

Tras el preacuerdo el director general de Vitrasa, Carlos González, había mostrado su satisfacción y esperanza de que la asamblea de trabajadores ratificase el fin de la huelga para «poder recuperar la confianza de los viajeros y comenzar a trabajar con normalidad». Señaló que la subida de sueldo de 2,5 iría acompañada de otras mejoras y critica a irresponsabilidad del comité.