Más de 2 años de cárcel por cobrar fianzas por falsos alquileres

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO

E. V. Pita

Algunas víctimas eran vulnerables, embarazadas que vivían en precario o maltratadas

17 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a dos años y cuatro meses de prisión a una mujer como autora de un delito continuado de estafa, por cobrar a varios perjudicados diversas cantidades en concepto de fianza por falsos alquileres de viviendas en la ciudad olívica.Otro acusado fue cómplice. Ambos eran reincidentes, con condenas previas por estafa.

Una de ellas era una madre embarazada sin recursos que adelantó 400 euros en la época del confinamiento y otra era una maltratada que esperaba una ayuda del Concello. 

La Fiscalía recalca que es un delito de estafa con una especial agravación porque dos de las personas perjudicadas tenían una especial vulnerabilidad: «Engañaron a una persona que estaba embarazada y a otra que era víctima de violencia de género. Se aprovecharon de ellas porque cobraban ayudas sociales, que nunca les devolvieron». Se trataba de ingresos que las perjudicadas recibían de la Administración en concepto de subsidios para el alquiler de vivienda de personas de escasos recursos o en situación de vulnerabilidad y a las que les cuesta más tener acceso a una vivienda.

La Fiscalía explicó en el juicio celebrado hace meses en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, que la acusada y su cómplice cobraban por adelantado la reserva «a sabiendas de que estaba ocupada o no tenía facultades para ofrecerlas en alquiler». Les hacían el contrato y les cobraban 440 o 540 euros como fianza o reserva. Las perjudicadas, una ella madre monoparental con una hija menor de edad, entregaban los ingresos sociales «y nunca pudieron disfrutar del piso. Les daban largas y excusas peregrinas». A ello se suma que estos hechos se produjeron en tiempos del confinamiento del 2020 y la nueva normalidad.

Según relató la Fiscalía, los implicados incluso se presentaban como colaboradores con asociaciones de colectivos vulnerables «y las engañó a las dos».

La madre con una hija y que estaba embarazada desconfió después de tantas largas y visitó la vivienda que había reservado a través de la acusada. La Fiscalía recalca que encontró a otro inquilino, quien afirmó que él iba a estar mucho tiempo y que el propietario era una persona distinta a la del contrato de la víctima.