Tres médicos que debían cubrir el mismo puesto en el PAC de A Guarda sufren ataques de ansiedad de forma consecutiva

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

A GUARDA

Centro de salud de A Guarda, ayer.
Centro de salud de A Guarda, ayer. XOAN CARLOS GIL

Se tuvo que recurrir finalmente a personal que estaba de descanso para poder cubrir esa baja

16 nov 2022 . Actualizado a las 22:13 h.

Tres médicos a los que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) encomendó cubrir una guardia en el punto de atención continuada de A Guarda sufrieron ataques de ansiedad consecutivos que les impidieron ocuparse de esa función. Ocurrió hace una semana, según confirman a La Voz fuentes de los PAC. A través de fuentes oficiales, el Sergas reconoce los hechos, aunque declina hacer valoraciones.

El caso comienza cuando la médica del PAC de A Guarda colapsa. Es la tarde del miércoles 9. En ese municipio de 10.000 habitantes del sur de Pontevedra la situación sanitaria es complicada. En los últimos años ha habido muchas bajas sin cubrir y también vacantes en el centro de salud, que ha llegado a funcionar largas temporadas con solo cuatro de sus ocho médicos. A eso se suma que A Guarda es cabecera de comarca y que en el vecino municipio de O Rosal, en lugar de dos facultativos, también han estado temporadas sin ninguno, solo con sustitutos. La situación va camino de normalizarse, pero la crispación social es evidente en la zona. Las carencias de la atención ordinaria se notan en el PAC, porque los enfermos buscan soluciones, y si el centro de salud no les resuelve, van a urgencias.

Ese miércoles a última hora de la tarde la médica sufre un ataque de ansiedad. Son, aproximadamente, las ocho. La dirección del área sanitaria intenta buscar un sustituto. En el PAC de A Guarda solo trabaja una médica cada día, de manera que cuando la titular se marcha a su casa, una enfermera se queda al cargo.

La solución que encuentran los gestores del área es llamar al PAC de Vigo e indicar a un médico que se desplace hasta A Guarda. Tiene un taxi esperando en la puerta. Como se considera una emergencia, la instrucción del directivo es de obligado cumplimiento. La manda por escrito al correo electrónico.

A Guarda está a 50 minutos de Vigo, aproximadamente. La alternativa que le dan a ese facultativo es que se pague el taxi y después pase los gastos. En ese momento, el médico al que le dan la instrucción sufre un ataque de ansiedad y se va a su casa. «Le dijeron que se levantase de su consulta y se marchase sin tener tiempo para organizar su vida, con la sala de espera llena de pacientes», exponen fuentes de los PAC. Los desplazamientos entre centros no son infrecuentes, pero no es tan habitual que se produzcan con esa emergencia. El personal ha pedido en los últimos años que existan sistemas de sustitución más estables para estos casos.

Ante su crisis de ansiedad, la dirección llama a otro doctor del mismo PAC. La situación se repite. Le explican que tiene que irse, que el taxi espera en la puerta y le mandan la instrucción por escrito. El facultativo sufre un ataque de ansiedad. Ya van tres. También este médico tiene que retirarse a su casa.

En ese momento, no hay doctor en el PAC de A Guarda y en el de Vigo se han quedado con dos de los cuatro que deberían estar en su puesto. Quedan, aproximadamente, doce horas de guardia, hasta las 8.00 de la mañana. Ante la situación, la dirección opta por otra estrategia y moviliza a un médico que está en su casa y que hace guardias de PAC habitualmente, aunque no está en plantilla en esos dispositivos. Este facultativo finalmente se desplaza a A Guarda. «Todo quedó resuelto en una hora, más o menos», asegura el Sergas.