El deporte de referencia en As Neves

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

AS NEVES

Primero divertirse, luego competir es el camino que Pablo Méndez quiere que sigan sus alumnos de bádminton

08 may 2017 . Actualizado a las 12:43 h.

Cuando de deporte se habla en As Neves, resulta inevitable que surja la palabra bádminton. En el año 2000 comenzó a dar sus primeros pasos el club que lleva el nombre del municipio y en este tiempo sus deportistas se han ganado un espacio en el concierto gallego y español de la disciplina. Y todo, por la pasión que un profesor inculcó a sus alumnos. «Levo xogando ao bádminton dende a escola. No club de As Neves tiñamos un profesor, Manolo Guitián, ao que lle gustaba moitísimo. Dábao en clase de educación física e animaba aos rapaces a que tamén o practicaran pola tarde. Foi así como puxo en marcha o club. Daquelas eramos uns 300 rapaces no cole, e uns 120 xogabamos ao bádminton», recuerda Pablo Méndez, hoy entrenador del Bádminton As Neves.

Pablo fue uno de los jóvenes a los que el profesor Guitián metió el gusanillo por la raqueta y la pluma, pero en su caso se ha convertido en una forma de vida. «Ao principio o que me enganchou eran as viaxes. Saiamos primeiro aos campionatos provinciais, logo xa por toda Galicia, e estabamos viaxando todo o ano», cuenta el técnico, que durante años compaginó el bádminton y el fútbol, hasta que llegó el momento de elegir. «Sobre os quince anos xa comecei a encamiñarme máis cara o bádminton. Gustábame máis o ambiente que se xeraba e as amizades que se creaban».

Con 17 años Pablo Méndez se convirtió en el primer jugador en trasladarse al Centro de Tecnificación de Galicia, en A Estrada, y durante siete años compitió al máximo nivel en torneos estatales y también haciendo sus pinitos a nivel internacional. Para entonces ya se había dado cuenta de que quería que el bádminton formase parte de su vida profesional, por lo que decidió enfocar sus estudios hacia el deporte. Primero un ciclo superior de Educación Física y más tarde INEF. «Cando houbo unha praza no club de As Neves, hai uns cinco ou seis anos, decidín regresar para comezar a exercer como xogador e adestrador», aunque ha sido esta segunda faceta la que ha acabado llevándose el protagonismo.

Un club en crecimiento

Hoy en día el Bádminton As Neves cuenta, entre niños y adultos, con 70 integrantes con edades que oscilan entre los cinco y los 70 años. Hace algo más de cuatro años retomaron el trabajo con las escuelas y desde entonces el pico de niños ha subido. «É clave. Se te centras só en adultos, non tes futuro», expone Pablo Méndez, feliz con el rendimiento que está teniendo el club. «Levamos varios anos seguidos tendo medallas en campionatos de España e temos moi boa canteira dende sempre», celebra el entrenador.

Cuando Méndez describe el método de trabajo que siguen en As Neves hace diferenciaciones según la edad y sin perder de vista los estudios. «Nas idades das escolas o que facemos é que cando saen do cole eu recólloos e van para o pavillón, que está pegado. Son dúas horas de adestramento e o que facemos é moito xogo lúdico. Cos nenos que xa destacan e xa che piden algo máis, incides máis na técnica. Logo, no último tramo do adestramento, se están con exames teñen media hora para estudar ou facer deberes, ou poden facer máis técnica cos maiores, que lles gusta moito».

El entrenador tiene muy claro que con los más pequeños lo fundamental son las sensaciones, la diversión. «O que tento transmitirlles é o que eu sinto por este deporte, o que me aportou a min. Só lles pido que desfruten porque se o pasan ben, terán 50 anos e seguirán xogando ao bádminton». Por el momento, las cifras avalan el método. «Cando retomamos as escolas, había doce nenos e agora rozamos os corenta. Estamos subindo e creo que iremos a máis», se felicita Pablo.

Y si el trabajo con los más pequeños es específico, el que se realiza con los sénior también lo es. Entrenan con más cargas físicas y técnicas encaminadas a obtener los mejores resultados cuando los campeonatos llaman a la puerta. Pero, al igual que los pequeños, la diversión es fundamental. Es la premisa para Pablo Méndez, que sabe lo que supone disfrutar jugando, pero también entrenando.

«Os nervios que vives son distintos. Xogando, ti estás no partido e pásalo xenial, pero adestrando eu creo que me poño máis nervioso porque quero que o traballo que fan os rapaces teña a súa recompensa. Realmente, as dúas facetas son moi bonitas», concluye.