Nace la mancomunidad del Condado y Casares es expedientado en Cangas

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

CANGAS

Mondariz-Balneario trataba de buscar soluciones a la desaparición de su gran hotel

12 mar 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

El Consejo de Ministros aprobaba en febrero la creación de la mancomunidad del Condado-Paradanta. Estaba integrada por los municipios de Ponteareas, As Neves, Mondariz, Salvaterra de Miño, As Neves y Mondariz-Balneario. El principal objetivo de aquella unión era reducir los costes en determinados servicios públicos. Uno de aquellos ayuntamientos, el de Mondariz-Balneario, seguía buscando alternativas que le devolviesen el protagonismo que tuvo en el turismo. Un año antes, la villa había visto arder el gran hotel. La Voz de Galicia daba cuenta en mayo de 1974 de las intenciones (luego llevabas a la práctica) del alcalde para crear una playa fluvial y un refugio de pescadores.

Mientras tanto, Arbo quería potenciar industrialmente su excelente producción vitivinícola. En la localidad, el subdirector general regional del Sector Agrario reunía a distintos expertos para valorar las posibilidades económicas en ese campo.

En muchas ocasiones, los intereses económicos de una localidad chocaban de frente con la potenciación del turismo. Ocurrió aquel verano en las playas de Moaña. Los mariscadores llevaban sus protestas y preocupaciones hasta las páginas de este periódico ante la impunidad con la que los bañistas foráneos saqueaban los bivalvos. «Cuando se abra la veda no quedarán ni almejas ni berberechos», decía en La Voz el presidente de la Agrupación de Mariscadores.

En la vecina Cangas, eran expedientados los profesores de instituto Carlos Casares y Francisco Rodríguez por apoyar la huelga de no numerarios. Leonidas de Carlos, Carmen Arnoso, María Teresa Olero y Méndez Ferrín corrían igual suerte en otros institutos de la villa y de Vigo.

Las obras de la autopista llevaban el malestar a todos los municipios por donde pasaba. En Rande, los vecinos se constituían en asociación de afectados para fortalecer sus demandas. Entonces, los planos del trazado que les preocupaba estaban expuestos en el bar de Veiga.

Otro asunto polémico en aquella época era la concentración parcelaria. Fernando Pedrosa, gobernador civil de la provincia, acudía en diciembre a O Rosal para entregar algunos de los títulos de propiedad salidos de aquel intento de eliminar el minifundio. En el municipio miñoto se redujeron de 12.000 a 4.000 las propiedades rurales durante aquella campaña. Los vecinos del rural rosaleiro reclamaban entonces que la policía municipal también vigilase en las parroquias.

El pleno del 23 de octubre en O Porriño se inició con una tirada de bombas de palenque. Eran vendedores que mostraban su alegría ante la inminente aprobación de las concesiones de los puestos de venta. Unos meses antes, el Tribunal Supremo confirmaba la sentencia por tres delitos de cohecho contra el exconcejal porriñés José Barros González. La sentencia estaba relacionada con una concesión para la explotación de una cantera de granito.