Nadie compite con el paso de peatones gigante de Cangas

Madrid, A Coruña o Algemesí, en Valencia, son algunas de las ciudades que intentaron ponerse a la altura de Cangas pintando un paso de cebra de grandes dimensiones, pero aun así, el de O Morrazo sigue siendo el más grande de España. El cebreado se pintó en diciembre del 2018, pero de momento nadie supera el récord de 40 metros de ancho.

El gobierno de Cangas liderado por Xosé Manuel Pazos fue el encargado de realizar la ampliación para dar fluidez a este céntrico punto de la ciudad, que en ocasiones se saturaba de peatones. La Xunta denegó la idea de hacer un paso elevado y el Ayuntamiento decidió realizar una prolongación de un paso de cebra ya existente, que aumentó su anchura en 38 metros.

A pesar de que el entonces alcalde de Esquerda Unida, ya fallecido, aseguraba no haberlo hecho por batir el récord español, algunos vecinos cangueses definieron la reforma como «algo innecesario». «Por reducir los accidentes no lo hicieron», explica la actual concejala de Seguridad, Pilar Nogueira (PSOE), que considera «más peligrosos» otros pasos de cebra de la misma calle. El gobierno de Cangas lo repintó el pasado mes de mayo debido al deterioro del asfalto, por el que circulan una media de 5.000 vehículos al día.

El paso de peatones que más se acerca a las dimensiones del cangués, es el de la localidad valenciana de Algemesí. Lo pintaron en el 2020, pero sus 30 metros de anchura no fueron suficientes para arrebatarle el récord al cangués. Los vecinos de este municipio de 27.000 habitantes, una población paralela a la de Cangas, también se sorprendieron con el inmenso cebreado.

El municipio español que ocupa el tercer puesto en este ránking es San Vicente del Raspeig. Esta localidad alicantina instaló un paso de cebra de más de 20 metros de ancho para reducir la peligrosidad de los peatones. Lo que más sorprendió a los vecinos de este pueblo es la orientación de la señalización, pintada en una curva que dificulta la visión de los conductores sobre el área peatonal. Este error fue castigado con críticas y bromas.

Madrid presentó un proyecto en 2018, bajo el mandato de Manuela Carmena (Ahora Madrid), que imitaba la famosa intersección de Shibuya (Tokio, Japón), con el que pretendían subir hasta el escalafón de los pasos de peatones más grandes de Europa. Se trataba de un cebreado pintado verticalmente en la plaza de España. Pero la representación japonesa no siguió adelante debido al cambio de gobierno en la alcaldía. José Luis Martínez Almeida (PP) paralizó la reforma, ya que influiría negativamente en el tráfico.

El podio de las ciudades con los pasos de cebra más grandes de España lo completa A Coruña, que ocupa el tercer puesto en esta clasificación con un cebreado de 25 metros en la calle Ramón y Cajal.

Entre los vecinos de Cangas, las opiniones sobre esta señalización varían: «Yo no lo entiendo, es algo totalmente innecesario», opina Sheila, una joven vecina canguesa. Otros, como Carlos González, que veranea con su familia considera que el cambio fue acertado: «A nosotros, que pasamos con la bici por aquí habitualmente, nos facilita la circulación. La idea es buena, pero la obra es un poco chapucera», reconoce el santiagués. Teresa, una vecina que reside cerca del paso de cebra, está de acuerdo con las dimensiones de la señalización. «Era algo que hacía falta. Antes se saturaba mucho esta zona, ya que une el casco viejo y las terrazas con edificios como el ayuntamiento o el centro médico».

A pesar de las diferencias, Cangas puede seguir presumiendo del paso de peatones más grande España, considerado como un atractivo turístico para muchos.

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