Con 77 años solo tiene una mísera pensión de 340 euros de Argentina y otra de un euro con ochenta céntimos mensuales que le concede el Gobierno español
02 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Vive en una infravivienda llena de ratas y humedad en la parroquia de Casteláns, en Covelo. Domingo Alonso tuvo que emigrar con 17 años a Buenos Aires y estuvo toda la vida trabajando. Ahora, en su vejez, con 77 años solo tiene una mísera pensión de 340 euros de Argentina y otra de un euro con ochenta céntimos mensuales que le concede el Gobierno español.
Quería volver a su aldea. Como la casa de sus antepasados estaba en tan malas condiciones pidió una ayuda a la Xunta. La Consellería de Asuntos Sociais le dio una subvención de 1.317 euros para mantener la habitabilidad de la vivienda y para dotarla de un mobiliario básico. Con el dinero la arregló un poco y se hizo una pequeña cocina que actualmente no llega a los dos metros de ancho. En el 2000, el arquitecto municipal visitó la obra denunciada, situada en el barrio de Arroteña, y acreditó que además de las obras para las que se concedió la licencia «se ha realizado un ampliación de la vivienda» de aproximadamente un metro, una infracción grave. Como el hombre no tiró la casa en estos quince años, le impusieron tres multas que suman, con los intereses, 4.778 euros. Ahora, además de embargarle sus ahorros, el Concello le pide otros 7.379 euros para llevar a cabo la demolición de la cocina ilegal.