120 litros por metro cuadrado sumergen Gondomar

Monica Torres
mónica torres GONDOMAR / LA VOZ

GONDOMAR

M.Moralejo

Sucesivos rellenos dejaron sin desagües los ríos Miñor y Zamáns. Ayer se inundaron 20 coches

27 oct 2023 . Actualizado a las 09:50 h.

Lluvias torrenciales que rondaron los 120 litros por metro cuadrado y coincidieron con la pleamar a las 2.38 horas de la madrugada anegaron ayer de nuevo el centro de Gondomar. Las grúas no dieron abasto y trasladaron más de una decena de coches a los distintos concesionarios y talleres para tramitar los siniestros con el consorcio de seguros. Los servicios de emergencia, operarios municipales y Policía Local pasaron toda la noche a pie para minimizar los daños. La plaza de abastos no pudo abrir sus puertas al público. La mayoría de los pescaderos no fueron a Vigo en búsqueda de mercancía. Tanto las carnicerías como las floristerías estaban evaluando los daños. También entró agua en el mercado y en comercios, también de Baiona.

¿Por qué se repite periódicamente la tormenta perfecta? Principalmente, debido a los sucesivos rellenos que se hicieron a partir de la década de los 80, recuerda el portavoz de la asociación de afectados, Antonio Araúxo. Queda por determinar si, además, se abrió la presa de Zamáns, como en las Navidades pasadas, cuando el agua se llevó todo lo que encontró en el entorno el Centro de Desenvolvemento Local, la plaza de abastos y el antiguo matadero. Este último es uno de los puntos negros: el cauce se estrecha tanto que no puede desaguar y suma el caudal del Zamáns sin posibilidad de retorno.

La plataforma de afectados insistes en la urgencia de retirar los árboles que aún cruzan el Miñor desde los temporales del año pasado, desde el centro hasta la desembocadura en A Xunqueira, que es el segundo punto negro. Sin posibilidad de desaguar o aliviar y habiéndole privado de su espacio natural, no hay más salida para el río ni para los vecinos del entorno que sufren cada cierto tiempo el problema.

Hay proyecto, financiación y convenio con obras adjudicadas, pero la falta de acuerdo entre Concello y Xunta hace que llueva sobre mojado. Los trabajos tendrían que haber empezado en otoño y no ha sido así. Tras el primer episodio de inundaciones de la temporada, ambas administraciones se cruzan acusaciones. La Xunta dice tener dificultades para iniciar las obras, para las que tenía consignadas en el 2023 una partida de 2,3 millones, debido a la falta de implicación del Concello en la búsqueda de alternativas viarias y al no haber acreditado la disposición de los terrenos. Medio Ambiente señala que hay una partida de 1,97 millones en el 2024 y el resto en el 2025, para avanzar en las actuaciones necesarias para reducir el riesgo de inundaciones «siempre que el Concello cumpla con su parte del acuerdo firmado». El alcalde, Francisco Ferreira, culpa directamente a la Xunta por las inundaciones «porque las obras comprometidas llevan meses de retraso». El regidor confirmó que los daños son cuantiosos. Asegura que «las medidas para mitigar las inundaciones, reclamadas a Augas de Galicia, como la retirada de sedimentos, no llegan». El gobierno local lamenta que Gondomar no se hubiera declarado ya el año pasado zona de emergencia, porque facilitaría la tramitación de ayudas a los afectados para hacer frente a los daños sufridos en casas y coches, o que no se habiliten algunas directas «como hizo la Diputación presidida por Carmela Silva». Asegura que el Concello puso a disposición ya los terrenos.

El BNG mostró ayer su malestar «pola inoperancia dos gobernos local e galego», manifestó Manuela Rodríguez. Los nacionalistas convocan una concentración para este sábado a las doce delante del Concello para demandar medidas urgentes. La plataforma de afectados se hizo eco del «miedo e inquietud» de los vecinos durante otra noche en vela retirando coches, trasteros y «sin que nadie avisara». Exigen soluciones a Xunta y Concello.

La plataforma de afectados se hizo eco del «miedo e inquietud» que han vuelto a pasar los vecinos durante otra noche en vela retirando coches, trasteros y «sin que nadie avisara». «Es urgente que la Xunta y el Concello se pongan de acuerdo sin más dilación en el asunto del desvío de tráfico», insisten.