El trimarán que genera energía del mar acaba en los tribunales

s. antón VIGO / LA VOZ

MOS

x. c. gil

Magallanes Renovables rompe la alianza con el astillero Cardama y encarga un nuevo prototipo a Ganain

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El trimarán diseñado por Magallanes Renovables para producir energía a partir de las corrientes marinas tenía que estar no solo testado, sino prácticamente en el mercado. Pero la ruptura de la alianza entre la compañía redondelana y el astillero Cardama, que han terminado por dirimir sus diferencias en los tribunales, ha retrasado el proyecto. Magallanes esgrime problemas técnicos para dar carpetazo a dicho acuerdo. «Nos equivocamos y hemos asumido el coste de hacer uno nuevo con otros socios. El proyecto sigue adelante. Estamos haciendo una segunda plataforma ya con todo el equipo. El trimarán de Cardama no es más que una carcasa», afirma un responsable de la empresa,

Lo que ha llevado a las partes a encontrarse en los tribunales es un problema de financiación. Esta se hizo en parte con fondos públicos a través del CDTI (Centro para el Desarrollo Técnico Industrial). Al no rematar la iniciativa en las condiciones pactadas ahora hay que devolver parte de esos fondos. Magallanes argumenta que adelantó esa devolución y Cardama que las cuentas no están bien hechas. La última palabra la tendrá el juez.

Pablo Mansilla, director técnico de la firma redondelana, desliga totalmente el proceso judicial de la carrera para producir energía a través de las corrientes marinas. De hecho, asegura que el nuevo prototipo, cuya carcasa han encargado en esta ocasión a la auxiliar del naval Ganain, terminará de ensamblarse en abril. El bloque central de la estructura fue transportada ayer desde la nave de Ganain en Mos al muelle de la estación marítima, donde en días sucesivos iran llegando el resto de las piezas.

Sobre lo que los responsables de Magallanes no ha dado demasiadas explicaciones es sobre los motivos que provocaron la ruptura con Cardama, ya que los problemas técnicos que aducen suelen ser moneda corriente en cualquier proyecto de I+D+i, máxime cuando se trata de una idea novedosa, lo que provoca que en raras ocasiones se acierte con el primer prototipo. «Había cosas en las que no estábamos de acuerdo y no se concretó la operación», se limitaron a decir.