Defensores de As Gándaras de Budiño

alejandro martínez O PORRIÑO/LA VOZ

O PORRIÑO

M.MORALEJO

Plantación de árboles en O Porriño

08 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un grupo de voluntarios coordinados por la Sociedade Galega de Historia Natural centra sus esfuerzos en la puesta en valor del patrimonio natural y etnográfica de As Gándaras de Budiño. Acogidos al programa Voz Natura de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, ayer llevaron a cabo la plantación de 140 árboles de especies autóctonas cerca de donde antiguamente se encontraba el centro de interpretación de la naturaleza. El edificio fue construido con fondos europeos, nunca se llegó a utilizar y el Concello de O Porriño terminó por demolerlo hace unos años. Ahora el objetivo es poder recuperar medioambientalmente todo ese espacio, con el conocimiento previo del Concello y del Servicio de Protección de la Naturaleza.

Tras la retirada de aquellas ruinas, han creado una charca para anfibios y la tierra sobrante se utiliza para realizar nuevas plantaciones. Para ello destinan árboles que han sido donados por particulares y viveros como la Estación Fitopatológica Areeiro de Pontevedra o el vivero de Areas de Tui, que en su conjunto entregaron 400 ejemplares, entre carballos, abedules, fresnos, madroños o arces, entre otros. «Lo que estamos haciendo es crear hábitats para la fauna y recuperar esa explanada en la que no había nada y que ya empieza a verse bonito», señala Julio Valeiras, coordinador del proyecto. Ayer contaron con la inestimable colaboración de los alumnos de tercero, quinto y sexto de primaria del colegio Cruz de Budiño, implicado también en un proyecto de Voz Natura.

La labor de este grupo de voluntarios se extiende al resto del parque natural de As Gándaras de Budiño, que abarca los ayuntamientos de O Porriño, Salceda y Tui. Se trata de una zona muy degradada con varios polígonos industriales, pero donde quedan ecosistemas de bosques de riberas, lagunas, terrenos encharcados, puentes y una red de caminos que atraviesan una zona que fue muy agrícola en el pasado.

En este entorno promueven actividades de todo tipo, desde senderos interpretativos, salidas para ver anfibios o aves, jornadas micológicas y restauración ecológica. Una vez al mes como mínimo emprenden iniciativas para la puesta en valor de este espacio.

. Acogidos al programa Voz Natura de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, ayer llevaron a cabo la plantación de 140 árboles de especies autóctonas cerca de donde antiguamente se encontraba el centro de interpretación de la naturaleza. El edificio fue construido con fondos europeos, nunca se llegó a utilizar y el Concello de O Porriño terminó por demolerlo hace unos años. Ahora el objetivo es poder recuperar medioambientalmente todo ese espacio, con el conocimiento previo del Concello y del Servicio de Protección de la Naturaleza.

Tras la retirada de aquellas ruinas, han creado una charca para anfibios y la tierra sobrante se utiliza para realizar nuevas plantaciones. Para ello destinan árboles que han sido donados por particulares y viveros como la Estación Fitopatológica Areeiro de Pontevedra o el vivero de Areas de Tui, que en su conjunto entregaron 400 ejemplares, entre carballos, abedules, fresnos, madroños o arces, entre otros. «Lo que estamos haciendo es crear hábitats para la fauna y recuperar esa explanada en la que no había nada y que ya empieza a verse bonito», señala Julio Valeiras, coordinador del proyecto. Ayer contaron con la inestimable colaboración de los alumnos de tercero, quinto y sexto de primaria del colegio Cruz de Budiño, implicado también en un proyecto de Voz Natura.

La labor de este grupo de voluntarios se extiende al resto del parque natural de As Gándaras de Budiño, que abarca los ayuntamientos de O Porriño, Salceda y Tui. Se trata de una zona muy degradada con varios polígonos industriales, pero donde quedan ecosistemas de bosques de riberas, lagunas, terrenos encharcados, puentes y una red de caminos que atraviesan una zona que fue muy agrícola en el pasado.

En este entorno promueven actividades de todo tipo, desde senderos interpretativos, salidas para ver anfibios o aves, jornadas micológicas y restauración ecológica. Una vez al mes como mínimo emprenden iniciativas para la puesta en valor de este espacio.