Ninguna víctima del acosador sexual de la avenida de Madrid lo identificó porque actúa con capucha

e. v. pita VIGO / LA VOZ

O PORRIÑO

El único sospechoso es un conocido exhibicionista del barrio pero no hay pruebas contra él

09 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo el barrio sospecha quién es el acosador sexual de la avenida de Madrid pero, hasta ahora, no hay pruebas contra él. Las dos víctimas que denunciaron los tocamientos de un encapuchado no han podido identificar su rostro a pesar de que la policía les mostró fotografías con la cara del hombre que creen que está detrás de los asaltos. Tanto vecinos como agentes tienen la intuición de que al acosador es un conocido exhibicionista de un parque de la zona, plenamente identificado, al que nunca se ha podido detener porque realiza sus actos impúdicos fuera de la vista de menores.

Pero no bastan las meras sospechas del vecindario. La policía quiere recabar pruebas y, por el momento, no hubo suerte. Se debe a que el implicado actuó con la capucha bajada y sorprendió a las víctimas por la espalda para hacerles los tocamientos. Luego, huyó a la carrera, por lo que las víctimas solo pudieron intuir su figura o estatura. Esto supone que ellas no vieron su rostro y, una vez ante la foto del principal sospechoso, no se atrevieron a incriminarlo por temor a acusar a un inocente y porque tampoco estaban seguras de que fuese él.

Las dos denunciantes solo pueden aportar datos sobre la altura a la que el brazo del acosador las tocó, información gracias a la cual los investigadores pueden calcular su estatura.

La comisaría también ha elaborado un perfil del sospechoso. Queda descartado que se trate de un violador o agresor sexual peligroso porque su forma de actuar es más evasiva. El acosador de la avenida de Madrid no tiene reparos en actuar a plena luz del día, a las ocho de la mañana o al mediodía. Ve una víctima, la asalta rápidamente, y escapa. Apenas toma medidas de seguridad, hasta el punto de que todo el barrio cree saber quién es.

Pero tras varias semanas sin asaltos, la comisaría baraja que el implicado ha huido al sentir la presión de los agentes camuflados por la zona o ha desistido de actuar en esa manzana.

Hay un problema añadido y es que los ataques ocurrieron cerca del portal donde murió apuñalada la joven ingeniera Ana Enjamio, cuando entró en su portal. Ya había cierta inseguridad en el barrio, que se quedó desangelado tras el cierre del Hospital Xeral-Cíes. Los vecinos se quejaban de continuas peleas en la calle o riñas de estudiantes. El asesinato de la joven de O Boqueixón y los acosos sexuales a las viandantes han generado cierta alarma social en esa manzana.

Asesinato de Ana Enjamio

No obstante, la policía da por cerrado el caso de Ana Enjamio. Los agentes detuvieron a un compañero de trabajo que mantuvo una relación de seis meses de convivencia con la víctima y que, al parecer, no superó la ruptura con la joven. El implicado fue el mentor que tuteló a Enjamio como becaria durante un año en Cablerías Auto de O Porriño y, tras ser contratada, la relación se enfrió. Entremedias, la esposa del implicado se separó de él, lo que complicó su situación personal al tener dos hijos en común. Aún así, la policía sabe que él visitó el piso de la avenida de Madrid de Enjamio como revelan sus huellas.

Policía y vecinos sospechan de un exhibicionista del barrio pero no tienen pruebas

Hay constatados dos asaltos con tocamientos desde detrás a mujeres a plena luz del día