Condenan a Faurecia por «cesión ilegal» de 30 trabajadores de O Porriño

m.a.p. VIGO / LA VOZ

O PORRIÑO

Oscar Vázquez

«Utilizan los mismos materiales y elementos informativos que utilizaban con Faurecia, así como tras la venta», determina la Justicia sobre Madera Fiber

20 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Juzgado de lo Social 7 de Vigo condena a la multinacional de la automoción Faurecia a readmitir o indemnizar a una treintena de trabajadores de O Porriño por «cesión ilegal». La jueza ha corroborado que 32 empleados de Madera Fiber Technologies «desarrollaron las mismas funciones y trabajan para los mismos clientes» antes y después de la venta de la empresa de As Gándaras al fondo de inversión alemán Callista Private Equity. La sociedad porriñesa en estos momentos se encuentra en concurso de acreedores mientras su histórica propietaria ha solicitado celeridad en su liquidación.

«Desde que es vendida la planta de O Porriño a la nueva empresa Madera Fiber, no ha habido ni nuevos proyectos ni tampoco clientes», analiza el juez, que da la razón a la parte social. En una primera manifestación ante las instalaciones de la factoría el pasado septiembre, la plantilla advirtió que los nuevos representantes de la empresa en ningún momento plantearon un plan industrial viable para el futuro de esta planta especializada en la producción de un tipo muy específico de piezas para el interior de automóviles. Más bien, consideraron que Faurecia vendió la empresa como un primer paso para su cierre. Lo hizo por un euro, según informan los sindicatos. Unos meses después, una tercera sociedad, RW Future, asumió la propiedad de la sociedad.

El juzgado de Vigo ha comprobado que los demandantes «utilizan los mismos materiales y elementos informativos que utilizaban con Faurecia, así como tras la venta». En este sentido, la sentencia revela incluso que durante la etapa de Madera Fiber empleaban la misma aplicación informática que a lo largo de los últimos años, conocida como SAP y propiedad de Faurecia.

Aunque habían cambiado de también preparaban los productos con las mismas etiquetas que venían haciéndolo y empleaban la misma ropa de trabajo —se manifestaron incluso vestidos con los monos blancos con el logotipo de Faurecia— . Tras examinar las pruebas y documentación aportada, la Justicia no detectó atisbos ni maniobras que pudiesen interpretarse como parte de una nueva estrategia empresarial. Contra la sentencia cabe recurso de suplicación.