Rosa Otero conduce el vehículo con residuos o materiales del Concello desde hace una semana porque no hay operarios municipales
04 oct 2015 . Actualizado a las 09:40 h.La vinculación de los alcaldes y las obras suele ser noticia cuando acaba en los tribunales, pero en Oia, donde la regidora ha asumido al dedillo la política de más calle y menos despacho, remata en el monte. O en el punto limpio o en cualquier recóndito paraje de los 83 kilómetros cuadrados que ocupan las seis parroquias del municipio.
En el Concello no hay más peones que los que trabajan por temporadas con cargo a planes de contratación de la Xunta o de la Diputación de Pontevedra, así que desde hace una semana, al terminarse el contrato de los últimos veinte, tanto la alcaldesa, la socialista Rosa María Otero Carballa, como la primera teniente, Elena Álvarez, han asumido en sus respectivas agendas, parte de sus funciones.
Y cuadrar los horarios no es fácil ya que, de por sí, y al ser solo tres en el equipo de gobierno, ellas dos se reparten una docena de áreas de trabajo. Rosa María Otero Carballa ya tenía el departamento de Urbanismo y de Obras, pero desde estos días, no solo supervisa, firma proyectos o los encarga, la alcaldesa se sube al camión de este servicio con asiduidad. En las tareas habituales de la regidora se incluyen ahora las de trasladar rastrojos o cualquier material que sea preciso.
«É algo insólito por inusual, pero non por falta de práctica nin porque se caian os aneis», manifestó la regidora sorprendida por la extrañeza de un visitante al que la alcaldesa hizo esperar esta semana unos minutos porque había fiestas en Torroña. «E que temos que levarlle as vallas, senón non poden organizar os festexos», explicó mientras apilaba el material en el camión antes de conducirlo hasta el recinto. A día de hoy hay aún dos peones con contratos temporales a punto de vencer. «Un non ten carné de conducir e o outro non sabe ben e non se atreve , así que á tenente de alcalde máis a mín non nos queda outra. O único problema é que ao ser un municipio tan disperso, faltan horas do día para poder facer todo, así que redoblamos esforzos e adicacións», indica la alcaldesa.
Cerca de Oia, en Nigrán otro socialista cambió también el bastón de mando para asumir otras funciones. Fue el exregidor, Efrén Juanes, que durante una huelga de la Policía Local y sin voluntarios para una prueba de triatlón, no dudó en enfundarse el chaleco reflectante de tráfico y con sus ediles del gobierno, se encargaron personalmente de la seguridad vial de la prueba. Ahora Juanes trabaja en Alicante.
Con la misma naturalidad y filosofía ha actuado la de Oia. Y lo que le queda, porque la nueva remesa de trabajadores temporales con cargo a la Diputación no se incoporará hasta noviembre y los contratos serán de tan solo dos meses. Como mínimo, hasta entonces, el timón de la alcaldía incluirá el volante del camión. «Non temos problema algún, o único importante é traballar por Oia cun proxecto», insiste la regidora tras su última salida a Torroña para trasladar materiales.
El balance del trabajo intramuros también es positivo. «Fixemos moitos apoios puntuais e urxentes para os veciños», señala la alcaldesa. Las tres prioridades de su equipo, son «salvaguardar o noso mosteriro, sacar adiante o Plan Xeral de Ordenación Municipal e asegurar un saneamento de calidade para todos».