El escultor hizo varias piezas en el cenobio cisterciense
09 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Maxín Xulio Picallo Durán ha recibido el reconocimiento Mosteiro de Oia rodeado de su familia, amigos y personalidades de la cultura gallega. El evento se celebró en el claustro del monasterio con el fin de reconocer y celebrar el trabajo, dedicación y contribución del escultor Maxín Picallo al cenobio cisterciense, y al mundo del arte. Se trata de un escultor, que ya desde niño tallaba habilidosamente la madera, y que más tarde se trasladó a Santiago de Compostela para estudiar en la Escuela de Artes y Oficios y ampliar su vocación, siendo allí alumno de Francisco Asorey. Durante el evento, se compartió la historia y vinculación del escultor con el monasterio cisterciense. Nacido en la parroquia de Troáns, en Cuntis, Maxín Picallo se trasladó en un momento de su vida a Tomiño, y llegó a Oia en los años 70 para trabajar en algunas esculturas que hoy lucen en este conjunto. Entre ellas, la famosa composición de los caballos, trabajada por encargo para ser la fuente del jardín del claustro, pero que nunca pudo ser terminada, y otras piezas que se encuentran a lo largo de los jardines y que también son de su autoría. Mosteiro de Oia quiso agradecer públicamente la contribución del escultor por el delicado trabajo realizado en la fuente, y por otros trabajos relevantes tras años de dedicación. Asimismo, quiso reconocer y poner en valor sus innumerables trabajos en otros puntos de la geografía española. Este reconocimiento da continuidad al que se ofreció en el 2019 a Joan Salvador, el último superviviente de los presos de la Guerra Civil, un año después al investigador Francisco Javier Costas Goberna, y el tercero a Grato Amor y Carlos del Rio.