Las obras dificultan el inicio del curso en Ponteareas, Val Miñor y O Morrazo

luis carlos llera, m. torres REDACCIÓN / LA VOZ

PONTEAREAS

Cedida

Los 85 alumnos de Fornelos de Montes vuelven a clase tras las inundaciones

27 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los problemas con las obras en los centros educativos comenzaron en Fornelos pero se han extendido a otros municipios. Existen dificultades para trabajar con normalidad, por actuaciones de mayor o menor envergadura. La falta de planificación ha provocado quejas de distintas asociaciones de padres de alumnos.

En Ponteareas, la comunidad educativa del colegio Bouza Brey reclamó el curso pasado la cubrición del patio. Ante las insistencias el Ayuntamiento se comprometió a que la actuación estaría ya lista, pero no es así y no se va a solucionar hasta el próximo mes. La concejala de Educación, Cristina Fernández, asegura que «a empresa construtora atopou problemas que non foran orzamentados e o diñeiro non chega para rematar a obra». Las dificultades se deben a la consistencia y características del terreno. «Algo que por lo visto, no previeron», señalan desde la asociación de padres de alumnos. De momento, el alumnado tiene menos espacio de recreo. La obra está precintada para que no pasen por debajo de la zona de trabajo por el peligro que conlleva. El ANPA asegura que desde el Ayuntamiento «quieren que las familias hagamos presión a la Xunta para que esta asuma lo que queda por pagar, seis mil euros». La dirección del centro plantea un crédito bancario para terminar la pista.

El presupuesto de la obra ascendió a 188.277 euros y fue asumido en su totalidad por la Diputación. En la propuesta del Concello para la ampliación y cubrición del CEIP Fermín Bouza Brey consta la imposibilidad de montar gradas. Los técnicos advirtieron textualmente: «Una vez procedido el levantamiento topográfico de las instalaciones del CEIP Fermín Bouza Brey y a la elaboración del estudio geotécnico que permitiese conocer las características del terreno, se constató que no resultaría posible crear ese espacio por tratarse de un terreno muy irregular y con escasa capacidad portante». A juicio de los padres de alumnos, la responsabilidad recae sobre la firma contratada. En este caso es Laureano Covelo, constructora con fuerte presencia en la comarca que se verá obligada a reforzar el subsuelo inyectando hormigón en los cimientos. Esto aumentará los costes en los 6.000 euros estimados y provocará que hasta octubre por lo menos no pueda usarse la pista cubierta.

No todas las obras salieron mal en Ponteareas. Los responsables municipales mantuvieron encuentros con las comunidades educativas de los CEIP Nosa Señorados Remedios, Maestro Ramiro Sabell Mosquera y el propio Bouza Brey para comprobar el resultado de algunas actuaciones que demandaban las Anpas y las direcciones de los centros. En el Santiago de Oliveira se está ultimando la obra de los nuevos vestuarios que usa el alumnado para Educación Física. Se pintaron varios colegios, reponiendo radiadores de bajo consumo y la Concejalía de Educación sigue el plan de cambio en estas escuelas de las puertas y ventanas de madera por unas nuevas de aluminio con sistema de cierre hermético. La sustitución se irá haciendo de manera programada.

En el CEIP Mestre Manuel Garcia de Oia también comienza el curso con obras. Lo trabajos no se prolongarán más de tres meses, según la Xunta, pero se compaginarán con la actividad educativa. Se hará una reforma integral del centro con mejoras de aislamiento y de la carpintería de puertas y ventanas. También se instalarán paneles solares. Alumnos y profesores del IES Val Miñor de Nigrán convivirán durante dos meses con los trabajos de sustitución de ventanas y puertas prevista por la Xunta

Una situación similar se da en varios colegios de Cangas y Moaña. En Nazaret han acabado los baños de una planta y ahora están pendientes los de otra, así como una rampa de acceso para discapacitados. En Seara y Reibón se han estado sustituyendo vayas de alambre y oxidadas y en Tirán hay que poner hormigón en una pista deportiva.

Los 85 alumnos del colegio Doutor Suárez de Fornelos comenzaron ayer las clases. «Por fin», señala aliviada la presidenta de la asociación de padres y madres de alumnos del centro educativo, Sonia Alvariño. Los progenitores mantuvieron una reunión con la inspección de Educción el pasado fin de semana para comprobar el estado de las obras. En el techo se están llevando a cabo los trabajos de sustitución de la cubierta de amianto por otra de teja, ya que la uralita contiene fibras de dicho metal que puede llegar a ser cancerígeno. Como las obras se realizaron sin adoptar las precauciones frente a la lluvia se produjeron inundaciones nada más comenzar el curso por las lluvias ocurridas en el municipio. La Xunta pedirá responsabilidades a la constructora.

En el instituto de Nigrán convivirán durante dos meses con cambios de ventanas y puertas