Redondela entierra el proyecto del museo etnográfico

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera REDONDELA / LA VOZ

REDONDELA

El gobierno local prefiere impulsar un vivero de empresas

12 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El proyecto de un museo antropológico y etnográfico de Redondela que recogiese la historia y las tradiciones del municipio parece definitivamente enterrado. Al menos, por el gobierno actual. La asociación cultural Alén Nos, que lleva pelando por este centro desde hace más de veinte años, había reclamado su construcción en las antiguas casas de los maestros, que actualmente están desocupadas y en mal estado. La idea sería rehabilitarlas y crear en su interior un gran recinto. Pero el gobierno local prefiere reconvertir las viviendas en un vivero de empresas para impulsar el emprendimiento.

Uno de los impulsores del museo, Andrés Couñago Laxe, ha expresado su frustración porque la idea no salga adelante. «Na última reunión que tivemos coa concelleira díxonos que o museo o van a aparcar, non o van a facer», manifiesta. Couñago lamenta que Alén Nos haya invertido cuatro mil euros en elaborar un proyecto que no va a ver la luz de momento.

Desde hace muchos años esta entidad cultural, que vela por la recuperación de la memoria y las tradiciones, echa de menos un recinto donde albergar objetos, trajes, carteles y todo tipo de bienes susceptibles de un museo de estas características. Couñago Laxe se queja de que no se conserve para la historia y la divulgación nada de la antigua fábrica textil de Regojo, que fue una de las principales factorías de Europa.

Fue en febrero de 1997, bajo el breve mandato del alcalde popular Amado Ricón, cuando la Asociación Cultural Alén Nos dio los primeros pasos para la creación de un museo etnográfico en Redondela. Se reunieron más de doscientas de piezas de distintos oficios donadas por vecinos de todo el municipio y se hizo la primera exposición en la sala de actos del auditorio Figueroa, bajo la leyenda O pasado ten futuro. Pretendía concienciar a los políticos para que el municipio contara con un lugar donde exponer y conservar, cuando menos, una parte esencial de la memoria identitaria.

Recibió el apoyo de cincuenta colectivos de todo tipo: culturales, asociaciones de vecinos y de comunidades de montes de todo el municipio, del propio alcalde, de la concejalía de Cultura, de varios grupos políticos y del cura párroco de Redondela, quien se ofreció para gestionar la donación del reloj de 1860 que hasta entonces había estado en la torre de la iglesia de Santiago de Redondela. La propuesta de Alén Nos se la habían presentado a la Consellería de Cultura y en ella proponían que el lugar indicado para el museo era la Casa de la Torre. Todas las piezas y las máquinas que más tarde donó la zapatería Pobedo están guardadas ahora en un local del Ayuntamiento lleno de humedades. Las siguientes propuestas tuvieron la misma suerte.

Finalmente, Alén Nos sugirió el conjunto de viviendas de antiguos maestros pero esta posibilidad ha quedado descartada porque el Ayuntamiento prefiere poner en marcha un vivero para activar el emprendimiento en el municipio.