Martín Blanco Piñeiro, de 26 años, llevaba desaparecido desde el miércoles
13 feb 2016 . Actualizado a las 18:09 h.Martín Blanco Piñeiro, el vecino de Canido de 26 años del que no se tenían noticias desde el miércoles, ha aparecido muerto en un garaje anexo a su casa. La policía y los familiares de la víctima, que habían iniciado en las últimas horas los rastreos en el entorno del muelle y del Club Marítimo de Canido, el último sitio en que estuvo y donde se tomó una consumición a las 1.30 horas de ese día, localizaron el cuerpo sobre las 15.00 horas de este sábado.
El joven se había marchado el miércoles por la noche de su casa sin avisar, sin ropa y su teléfono no daba señal estos últimos días. Desde el Club Marítimo de Canido hizo la última llamada a un amigo para quedar esa misma noche en un bar de Coia pero repentinamente se cortó la comunicación y nunca llegó a su destino.
El desaparecido carecía de coche y para desplazarse a la cafetería de Coia solo le quedaba la opción ir a pie de noche, tomar un taxi o viajar con otra persona.
En las horas previas el joven estuvo cuidando a su madre, que padece una enfermedad crónica que la tiene inmovilizada en casa, y la ayudó a acostarse. A las 22.00 horas del martes, una amiga lo llamó por teléfono y lo notó raro y «de bajón». A medianoche, el joven le dijo a su madre que luego volvería a moverla de la cama pero a la una de la madrugada cogió su teléfono y su cartera y salió de la vivienda sin avisar y ya no volvió.
El fallecido trabajaba en un taller y en empleos esporádicos pero recientemente fue despedido.