Notable en la pista... y en las aulas

M. V. F. VIGO

VIGO CIUDAD

Un Club Vigo formado por estudiantes entre los 15 y 21 años cierra el curso tas ratificar la permanencia

08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las mañanas, para las clases; las tardes, para los entrenamientos. Es lo habitual en muchos conjuntos deportivos de las categorías inferiores de cualquier disciplina, pero en el caso del Club Vigo es la realidad de un primer equipo que ha aprobado con nota el curso en la pista, consiguiendo la permanencia sin apuros, y cuyos integrantes aún seguirán ganándose los aprobados en las aulas hasta junio. Porque, con una única excepción -Carlos Galego, recién estrenado treintañero- todos son estudiantes con edades comprendidas entre los 15 y los 21 años.

«El tener todos la misma edad hace que compitamos mejor como equipo, somos más parecidos, tenemos un futuro común por delante y avanzamos juntos», explica el benjamín, Douglas Rivas, estudiante de 3º de la ESO que destaca por sus buenas notas. «A principio de curso cuesta más organizarse, pero luego se va llevando sin problemas aunque conlleve esfuerzo. El deporte, si quieres y te organizas, no tiene por qué influir para mal en los estudios», constata.

Para Luis Linares, de 21 años y estudiante de Bachillerato de manera semipresencial, es clave no dejar las cosas para última hora. «Si el fin de semana te tienes que ir a Barcelona o a cualquier otro sitio a jugar, como no hayas adelantado cosas antes no te da tiempo», razona. Y admite que en su caso «en ocasiones se lleva mejor y otras, peor, pero se va sacando», pues los estudios son para el una prioridad. Lo mismo que para el capitán del equipo, Pablo Penedo, que cursa Ingeniería Industrial en el Cuvi. «Este segundo año lo llevo mejor que el primero a nivel de notas. Te vas acostumbrado», señala.

A sus 19 años, Óscar Sánchez estudia el primer curso del ciclo medio de instalaciones de climatización. Reconoce que a veces los días se hacen largos cuando tienes que asistir a clase de 8.30 a 15.00 y dedicar la tarde al estudio y al volei. «Hay veces que no tienes muchas ganas de ir al entrenamiento, pero luego, una vez allí, cambias el chip y te sirve para desconectar haciendo algo que te gusta».

En el caso de Penedo, la libertad de horarios que en cierto modo deja la Universidad con respecto al instituto le ha supuesto un cambio positivo. «Aun siendo complicado, puedes decidir mejor a qué dedicas cada hora que en el instituto. Para practicar un deporte tienes que hacer sacrificios, pero hay tiempo para todo: para jugar, para estudiar e incluso te puede quedar tiempo libre para otras cosas si sabes organizarte». El ejemplo es Douglas, que encuentra horas en el día también para asistir a clases en el conservatorio, a donde acude antes de entrenar.

En materia de organizarse todos ellos son verdaderos expertos, pues llevan años de volei a sus espaldas pese a su juventud y, salvo Douglas e Iván, debutantes de este año, todos llevan varios cursos en el primer equipo. «Te acostumbras a distribuirte el tiempo sabiendo que hay unas horas que tienes que dedicar a entrenar y competir y al mismo tiempo tampoco puedes descuidar los estudios», dice Penedo.

La organización, apunta Iván Sienes, de 16, no evita que en muchas ocasiones aparezca el cansancio. «Por ejemplo ahora estaba durmiendo la siesta. Entre estudiar, entrenar, viajar y jugar se nota el cansancio. Y también la presión de puntuar comparada con cuando estaba en el equipo juvenil», admite.

Un diez en actitud

A la espera de las calificaciones que sus profesores les pondrán dentro de unas semanas, los jugadores puntúan con buena nota a la temporada que quedará finiquitada mañana con el partido ante el Badajoz. Todos consideran que ha sido notable, con errores debidos a la inexperiencia propia de su edad, pero habiendo sabido sobreponerse a las lesiones y demás obstáculos que fueron surgiendo.

«En cuanto a actitud y esfuerzo, yo al equipo le pongo un diez, de principio a fin de la temporada», valora Penedo. Óscar rebaja la calificación hasta un 7 teniendo en cuenta que «la salvación igual tendría que haber llegado un par de partidos antes». Si se le pide una puntuación a Luis lo deja en que el curso fue «bastante bueno, aunque siempre se puede mejorar», mientras que Iván le da un 8: «Lo dimos todo en cada entrenamiento». Y en cada clase.

«Al principio de curso cuesta organizase, luego se lleva sin problemas»

15 años - 3º de ESO

«Hay veces que no tienes ganas de entrenar, pero una vez allí sirve para desconectar»

19 años - Ciclo Medio

«Se nota el cansancio y la presión por puntuar respecto a juveniles»

16 años - 4º de ESO

«Este segundo año en la universidad lo llevo mejor. Te acostumbras»

19 años - Ingeniería