José Ángel no tiene quien le entierre

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Jose Angel murió sepultado entre la basura que acumulaba en su casa de Alcabre
Jose Angel murió sepultado entre la basura que acumulaba en su casa de Alcabre M. MORALEJO

El juzgado pide al Concello que dé sepultura de beneficencia al vigués que murió entre basura en su vivienda la semana pasada. Ningún familiar ha reclamado su cadáver

12 abr 2016 . Actualizado a las 12:45 h.

Tenía 3.544 amigos en Facebook y 550 en Linkedln. Virtuales, claro. Pasados seis días del hallazgo de su cadáver, ningún familiar ha reclamado su cuerpo para darle un entierro digno. José Ángel Taboada, de 52 años, era un solitario en la vida real y murió sepultado entre bolsas de basura que él mismo había recolectado y amontonado en su casa de Alcabre debido a que padecía el síndrome de Diógenes. Él mismo quedó atrapado en una galería entre desperdicios y que se convirtió en su tumba.

El juzgado de instrucción número 1 de Vigo, que estuvo de guardia, ha enviado un oficio al Concello para proponerle que dé sepultura al fallecido como acto de beneficencia porque ningún allegado ha reclamado su cadáver desde que la Policía Local encontró su cuerpo el miércoles día 6. La autopsia estima que, como mínimo, llevaba tres días muerto pero otras partes de su cuerpo presentaban mayor putrefacción por lo que es posible que hubiese fallecido el Viernes Santo, el 25 de marzo, la última vez que contactó con una amiga canaria en Facebook y que fue la que dio la voz de alarma al echarlo de menos más de una semana.

Por otra parte, el párroco de Alcabre, tras conocer la noticia del fallecimiento, informó a las autoridades de que José Ángel era dueño de dos nichos en el cementerio de Alcabre de los que fueron titulares sus padres pues están enterrados allí. «Hasta ahora ningún familiar se ha puesto en contacto conmigo ni me ha comunicado nada sobre lo que hacer respecto a este vecino desde que murió», confirmó ayer el párroco de Alcabre.

Cáritas le daba comida

La iglesia ayudaba a Taboada a través de la oenegé Cáritas. «Desde Cáritas le estaban ayudando, sobre todo en cuanto a alimentación. Si tenía o no la casa llena de basura, en esta iglesia nada sabíamos, lo sabrían sus vecinos que vivían al lado», dice el párroco.

Este vecino de Alcabre era propietario de varios inmuebles, fruto de herencias, como su casa y finca de la calle Garita, con increíbles vistas a Samil y las islas Cíes, y otro edificio que ardió en un incendio provocado por unos okupas y que él no podía rehabilitar porque estaba sin blanca.

A pesar de ello, este vecino hacía vida de indigente sin agua corriente ni luz en casa. Iba a buscar agua a un pozo y todos los días iba al centro en bicicleta, recorrido que le llevaba dos horas. Por el camino, recogía objetos en los contenedores que, según él decía, eran nuevos y que los recubría con plásticos porque los quería aprovechar para amueblar su casa cuando empezase a cobrar la paga de 400 euros de la Xunta a partir de octubre.

Encuentro

Precisamente, el pasado 21 de marzo, el periodista Jorge Bravo lo vio por la calle en su bici recogiendo papeles en un contenedor por la calle República Argentina y lo entrevistó para pedirle su opinión como ciclista en un chequeo sobre los psicotécnicos de los conductores de edad avanzada, con motivo del atropello mortal de A Guarda. En la entrevista, contó que se retiró de la conducción tras sufrir un accidente y que como peatón y ciclista había tenido malas experiencias. «La Administración intenta cribar a la gente mayor», dijo ese día.

Taboada representa la gran paradoja de la vida social en Facebook, en la que mantenía la página Cupidoworld. A pesar de tener 3.544 amigos, solo uno de ellos se preocupó por su salud después de que él dejase de escribir en su bitácora el 20 de marzo y de contestar al teléfono y a los Whatsapps el día 25. Pero de no haber estado en Facebook, quizás nadie lo habría echado de menos ni habría alertado de su desaparición.