¡No le des paracetamol al gato!

VIGO CIUDAD

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Mismos síntomas, pocas quejas. Es la época más propensa para coger un resfriado. Los cambios de temperatura nos pasan factura, pero no solo a las personas. Nuestras mascotas no están exentas de la carraspera y los mocos, aunque ellos no se lamentan tanto. Si enferman, el tratamiento es distinto: hay que mantener lejos de ellos el paracetamol y la aspirina. Pero para no llegar a este punto, lo mejor es secarlos bien.

18 dic 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Todos los que tenemos mascota sabemos que compartir las nimiedades del día a día con ellos reconforta. Ya sean alegrías o penas, se las trasladamos inconscientemente a nuestros perros o gatos. Pero, ¿es lo único que les pasamos a nuestros animales? Hay quien piensa que cuando los perros o gatos se resfrían puede ser a consecuencia de un contagio humano. Y más en estas fechas en las que los cambios bruscos de temperatura nos juegan a todos malas pasadas. Sin embargo, y a pesar de que estos animales son igual de propensos que las personas a sufrir estas dolencias, los expertos son tajantes: «Los catarros se transmiten de perro a perro o de gato a gato». Vale, estamos exentos de culpabilidad, pero si no cuidamos adecuadamente a nuestras mascotas los exponemos igual. A continuación van las claves para que nuestra mascota esté a salvo de mocos, tos, carraspeo y fiebre.

NO SE QUEJAN

Mientras unas décimas de fiebre y tener la gotilla pingando en la nariz son una excusa perfecta para que los humanos nos lamentemos de lo enfermos que estamos y pasemos horas en el sofá viendo nuestras películas favoritas, las mascotas se quejan menos que nosotros. Una situación a priori de agradecer, pero si no estamos atentos a los síntomas que están sufriendo los animales de compañía puede pasar factura. La identificación de un constipado en perros o gatos es más difícil por estas razones, «pero tenemos que estar atentos a cómo se comportan o se sienten porque si no se trata bien puede derivar en una neumonía, y si se agrava, llegar a causar incluso la muerte del animal», explican desde la Veterinaria Amigos, en Vigo. Varios síntomas que nos pueden ayudar a identificar un constipado son los estornudos -que en el caso de los animales suelen producirse varios seguidos- y un moqueo abundante. Otro síntoma común es la dificultad respiratoria. Si cuando el animal respira se escucha un leve silbido lo más probable es que tenga la nariz congestionada.

 SECARLOS BIEN

«Es tan frecuente como en las personas. Si cuando un familiar está enfermo es muy probable que acabe contagiando al resto de la familia, esto también sucede con los animales, solo que estos se contagian en el parque, los perros que están en la perrera entre ellos... Además, claro, se produce en las mismas épocas que los constipados de las personas, en verano y en invierno, los cambios de temperatura son fatales», comentan en esta clínica. «Por eso es tan importante que cuando saquemos a pasear a nuestra mascota y llueva, después lo sequemos muy bien, si no corremos el riesgo de que la humedad se les quede entre la piel y el pelo y esto les haga enfermar», matizan.

 MÁS EN PERROS

Este tipo de enfermedades son más comunes en perros que en gatos por una sencilla razón: «Ellos están más expuestos a los contagios. Hacen más vida de calle que los gatos, que pasan más tiempo en casa. Además los perros también tienen más contacto con otros animales...», explican expertos del centro veterinario Pintor, también de Vigo.

 PARAINFLUENZA

Uno de los virus que genera más resfriados en perros es el parainfluenza, que además es muy contagioso. También llegan a las clínicas veterinarias muchos casos de catarros provocados por el adenovirus del tipo 2, uno de los principales responsables de la tos de perrera - una afección de las vías altas del perro que produce tos ronca y que se suele dar en lugares donde se concentran muchos animales-. Esta afección puede prevenirse fácilmente mediante una vacuna.

 LA SOLUCIÓN

Ante cualquier alerta, lo primero que hay que hacer es acudir al veterinario para que examine al can o al gato. Seguramente, el especialista le recete jarabes o antibióticos al animal. Es muy importante que no mediquemos a nuestras mascotas según nuestro criterio o pensando en lo que a nosotros nos funciona para curar un resfriado. El paracetamol, por ejemplo, un fármaco que es muy seguro y eficiente en humanos, puede llegar a causar la muerte de nuestros animales de compañía. Es especialmente tóxico para los gatos, ya que son incapaces de metabolizarlo y cualquier pequeña dosis puede ser letal para un felino. Sucede algo similar con otros medicamentos que, en principio, funcionan para combatir un resfriado. Es el caso del ibuprofeno o las aspirinas, ambas en el top 10 de medicinas humanas más tóxicas para los animales.