Defensa da Sanidade Pública pide dinero para recurrir contra el contrato del hospital

Ángel Paniagua Pérez
Á. Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Creen que Europa ha tumbado su primer recurso por «compadreo» con Feijoo

08 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comisión Europea ha rechazado el recurso de la Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública en contra del contrato del nuevo hospital de Vigo. Pero este colectivo ha decidido seguir plantando batalla. Su portavoz, Manuel Martín, anunció ayer que ya estudian nuevas acciones, incluso judiciales.

De entrada, la AGDSP prevén denunciar el contrato ante la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ya que consideran que se vulneran las normas comunitarias. Además, van a pedir amparo al Defensor del Pueblo Europeo. Y se plantean incluso llegar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Claro que esto último no es tan fácil, porque tiene un coste económico fuerte: «Queremos hacer un llamamiento a los partidos y organizaciones con capacidad económica, porque nosotros no podemos. Creo que podríamos atrevernos si tenemos apoyo económico», pidió Manuel Martín.

La asociación ha recurrido contra la decisión de Europa porque, según Emilio Santiago, contesta a sus argumentos. Eran, básicamente, tres: los recortes en el proyecto, la ausencia de la transferencia de riesgos -porque la Xunta se implicó en la consecución de financiación- y el intento de saltarse la fiscalización del Ministerio de Hacienda optando por un contrato de concesión y no por uno de colaboración público-privada. En todo caso, argumentos técnicos que Europa considera que no están suficientemente probados.

La AGDSP reprocha a la Comisión que no entrase al fondo de estas cuestiones. Y cree que lo hizo a propósito, por una cuestión de «compadreo», según Manuel Martín, que también se refirió a la decisión como «una cacicada». «Creemos que la comisión probablemente no ha jugado limpio y que ha arrimado el ascua a la sardina de las propuestas ideológicas de Núñez Feijoo», dijo.

Para Emilio Santiago, el «proyecto del nuevo hospital se ha desarrollado en función de las necesidades del edificio y de garantizar la rentabilidad de la empresa, y no de las necesidades asistenciales del área».

La concesión del hospital es, para la Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública, «un artificio contable para evitar que el gasto compute como deuda y evitar la fiscalización.

El otorrino Jesús Araújo, que ejerce en el Álvaro Cunqueiro, aseguró que cada vez que se instala una segunda cama en alguna habitación -una práctica frecuente- el Sergas tiene que pagar un alquiler de esa cama a la concesionaria. Pero el Sergas lo desmintió: «Todas las camas son nuestras».

Después de que la Comisión Europea rechazase su recurso, quieren acudir a la Justicia