La espera en los semáforos es tres veces mayor para peatones que para vehículos

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Los transeúntes suelen contar con una media de 15 segundos para cruzar las calles y Gran Vía es una de las que ofrece más dificultades

26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El tiempo medio de espera ante los semáforos del centro de la ciudad es tres veces superior para los peatones que para los vehículos. Un chequeo aleatorio realizado a media mañana por distintas calles desvela detalles como que en algunos casos una persona mayor no puede atravesar el paso de forma pausada o que si tarda demasiado en llegar el color verde la paciencia se agota y se acaba cruzando en rojo.

Un ejemplo de los primeros es el semáforo situado en la parte baja y derecha de Gran Vía, a la altura de los rederos y del número 2. Los 15 segundos escasos destinados a los peatones les obliga a apurar el paso si no quieren que un vehículo los lleve por delante al doblar la esquina procedente de Urzaiz. Los coches, por el contrario, disponen de un minuto y diez segundos para pasar.

Es también en la misma Gran Vía donde cruzar de una acera a otra requiere en algunos puntos pasar por tres semáforos con parada en la zona central, conocida como bulevar. La idea era precisamente obligar a los peatones a pasear por ese bulevar. Sin embargo, no solo fracasó debido a la densidad de tráfico y al ruido, sino que son muchos los transeúntes que deciden cruzar por cualquier parte para evitar el periplo.

Otro de los semáforos que los viandantes se saltan con frecuencia es el de República Argentina, esquina casi con García Barbón. Lo habitual es cruzar en rojo para librarse de esperar 1,15 minutos que dura el paso de los coches, frente a los 15 segundos destinados a los peatones. La situación es similar en Hernán Cortés, esquina con Urzaiz, un cruce muy peligroso.

Entre los semáforos más benévolos con los ciudadanos de a pie figura el situado en la parte baja de Alfonso XIII, próximo a Santiago de Vigo. En este caso pueden disfrutar de casi tres cuartos de minuto para atravesar el vial, algo más incluso que los vehículos.

Un problema detectado en algunas calles es el escaso margen de tiempo existente para cruzar cuando la figura verde del semáforo comienza a pestañear. Sucede en la rotonda de Isaac Peral. Al tratarse de un paso con seis carriles es necesario acelerar al máximo la marcha para esquivar las ruedas de los coches. Esta situación se repite en varias zonas de la ciudad, igual que se repiten los tiempos en Rosalía de Castro y García Barbón (un minuto para pasar los coches y 15 segundos para los peatones).

Uno de los pasos más equilibrados es el de la Porta do Sol. Los transeúntes cuentan con 15 segundos para pasar la calle, solo la mitad que los vehículos.

Los tiempos de los semáforos son hasta tal punto importantes que se han llegado a anular multas por no estar bien regulados y destinar escaso margen a la fase de color ámbar. La Dirección General de Tráfico recomienda como mínimo 35 segundos, igual que en el resto de las fases.

Está más que demostrado que las esperas largas llevan a los peatones a cruzar por cualquier parte para evitarlas. Este tipo de regulación suele tener por objeto agilizar el tráfico y evitar atascos en detrimento de la seguridad de los peatones. A la hora de regular los semáforos lo más riguroso es recurrir a una fórmula matemática en la que se tiene en cuenta cantidad de vehículos, ancho de la calzada, número de carriles y velocidad media. Todo ello se incluye en un Software para estimar el tiempo.