Los vigueses viven su peor pesadilla con el accidente en el río Órbigo

VIGO CIUDAD

La estación marítima era un agradable jardín a finales de los 70

16 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Treinta mil personas se dieron cita a finales de abril de 1979 en el estadio de Balaídos. Acudieron a mostrar el dolor de toda la ciudad ante el casi medio centenar de niños y profesores del Colegio Vista Alegre fallecidos en el accidente del río Órbigo. Aquel día también murió el conductor del autobús.

Literatura

Dos bajas sentidas. Ni Celso Emilio Ferreiro ni Eduardo Blanco Amor nacieron en Vigo, pero ambos eligieron esta tierra para vivir en muchos momentos de sus vidas. La muerte sorprendió a ambos en la ciudad que los acogió.

Universidad

Ciencias del Mar. En enero, la junta de gobierno de la Universidad de Galicia acordaba iniciar el expediente para la creación de una Facultad de Ciencias del Mar y una Escuela Superior de Educación en Vigo. Al día siguiente, el ministro de Educación firmaba un convenio con la Fundación Barrié para que esta construyera en Vigo la Escuela Superior de Ingenieros Industriales.

Puerto

Aduana. 1979 fue el año en el que se inauguraba en Guixar la nueva estación de mercancías en régimen TIF. Contaba con una delegación de Aduana lo que le permitía despachar las mercancías hacia el exterior del puerto. Era la tercera que se abría en España.

Marítima

Conflictos. El mundo de la mar acumulaba tensiones con el conflicto con Portugal. Las negociones pesqueras con el país vecino fueron calificadas de insatisfactorias por el sector. Al mismo tiempo, los bacaladeros fueron a la huelga para presionar a los armadores. Acumularon varios meses de huelga. Aquel conflicto afectó a mil marineros.

Vecinos

Coia. La vorágine especulativa que vive Coia lleva a los vecinos a oponerse a muchos proyectos. Fue cuando nació el lema reivindicativo «A Bouza é nosa», que tuvo buenos resultados pero muchos años después.

Turismo

Un vergel. Los turistas que bajaban de los barcos en la estación marítima recorrían una hilera de tiendas de recuerdos antes de encarar la zona vieja. Al final de este paseo por el suvenir se abría un pequeño rincón verde presidido por grandes chorros de agua. Era un vergel dedicado al mar, con elementos de navegación tradicional. Justo detrás de aquella hermosa pantalla se situaba el edificio de Sanidad Exterior, con un entorno muy deteriorado pero escondido por aquel conjunto escultórico. Hoy, los turistas se encuentran una zona totalmente distinta a aquella de 1979.