La naviera Hapag-Lloyd ha cancelado 7 escalas en Vigo por el conflicto de la estiba

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

m. m.

La empresa alemana mantiene suspendidos sus atraques en Guixar desde el 1 de marzo

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«La resaca está siendo gorda». Así resume un empresario que opera en el Puerto de Vigo la pérdida de tráficos que ha supuesto la amenaza de conflicto en la estiba. Han sido varias las navieras que, en previsión de que pudieran quedar atrapadas las mercancías, buscaron alternativas en otros puertos, sobre todo portugueses, pero también holandeses. Es el caso de la alemana Hapag-Lloyd, que desde principios de marzo ha cancelado ya siete escalas en la terminal de Guixar, a razón de una semanal, que es la cadencia de conexiones que venía manteniendo con Canadá.

De acuerdo con los datos que maneja la Autoridad Portuaria, la compañía mueve una media de 150 contenedores en cada escala, lo que se traduce en más de un millar de unidades perdidas hasta el momento. «Esperamos que se trate de una decisión temporal y que regrese en cuanto se normalice la situación de la estiba», afirma el presidente de la entidad, Enrique López Veiga, pese a ser consciente de lo complejo que resulta reestructurar las rutas.

Hapag-Lloyd empezó a operar en Vigo en mayo del pasado año. Fue precisamente a raíz de una huelga convocada en el puerto de Lisboa. Curiosamente, ha sido ahora otro conflicto, en este caso solo en forma de anuncio, el que propició su regreso a Portugal. «No ha sido la única cancelación preventiva», asegura un operador, que añade que vienen a unirse a las propiciadas por el excesivo celo de los funcionarios del puesto fronterizo.

Uno de los motivos que llevó a Hapag-Lloyd a mantener la conexión con Vigo cuando Lisboa recuperó la normalidad fueron los costes. La compañía confirmó que incluiría a Guixar en uno de sus destinos fijos si se mantenían dichos costes. Y así fue durante diez meses. Con lo que en ese momento no contaban ni el Puerto ni la naviera es con un conflicto como el de la estiba.

López Veiga cree que es el momento de que entre en vigor el pacto que alcanzaron empresas y trabajadores para ampliar la jornada de trabajo.

Bajadas de facturación de hasta el 30 %

Hasta siete organizaciones de usuarios del Puerto de Vigo dieron la voz de alarma en febrero ante la pérdida de tráficos que está sufriendo la terminal y que, afirmaron, conlleva también una pérdida de empleo. Achacan la situación a la ausencia de una ventanilla única, pero sobre todo los elevados costes de la estiba y el «exceso de celo» del puesto de inspección fronterizo (PIF). «Marzo ha sido un mes para olvidar», afirma un empresario del sector del transporte integrado en una de dichas organizaciones, que añade que «en relación con el mismo mes del año pasado hemos bajado un 27 % en facturación y un 32 % en el número de viajes».

Asegura el empresario que su caso no es único, sino que se trata de bajadas generalizadas que llegan hasta el 30 %. El parón ha sido de tal calibre que algunos transportistas para no estar de brazos cruzados «han optado por bajar a Portugal, a pesar del sobrecoste añadido que eso implica. No es fácil competir porque tenemos un doble trayecto», dice.

El de Portugal es un destino por el que desde el pasado año ya vienen apostando varios usuarios del puerto vigués para realizar descargas de pescado congelado, en este caso para evitar los retrasos del PIF en los trámites documentales.

El presidente de la Autoridad Portuaria confía en que el problema de la aduana quede resuelto «a más tardar en mayo», para evitar que el goteo de pérdidas de tráfico termine en diluvio. El Ministerio de Sanidad prometió una solución rápida.

Una unidad móvil para controlar la calidad del aire

La Consellería de Medio Ambiente inició ayer en el Puerto de Vigo una campaña de control de calidad del aire con la instalación de una unidad móvil. Se trata de una actividad que viene realizándose cada año desde el 2012 por petición expresa de la propia Autoridad Portuaria. Consta de dos fases. En la primera el destino de la unidad móvil será Bouzas, donde permanecerá durante dos semanas. A continuación se trasladará al muelle de descarga, donde estará otras dos semanas. El dispositivo permitirá evaluar el impacto de las distintas actividades portuarias en la calidad del aire. En concreto se realizarán mediciones de dióxido de azufre y de nitrógeno, óxidos de nitrógeno, ozono, oxido de carbono, benceno y partículas en suspensión. Los datos se transmitirán a Medio Ambiente en tiempo real. Una fez finalizada la recopilación de datos, los técnicos emitirán un informe para que, llegado el caso, la Autoridad Portuaria pueda tomar las medidas oportunas.