Quienes defienden que Vigo es Galifornia no conocen la frase de Mark Twain: «El invierno más frío de mi vida fue un verano en San Francisco». Al comparar nuestra ría con el Golden State, habrá quien piense en el Valle de la Muerte, uno de los lugares más calurosos del mundo. Pero si vamos a las temperaturas de Los Ángeles, por ejemplo, Vigo gana en el termómetro. El pasado abril hubo allí de máxima media 21 grados centígrados. Aquí: 21,3, según los datos de Meteogalicia. Así que no es que Vigo sea Galifornia. Es que la supera en buena parte del año. Las cifras son concluyentes. En todo abril, solo llovió aquí en tres días distintos. Y, en los cuatro primeros meses del año, hubo 32 jornadas en las que se superaron los 20 grados. Incluso un día se rozaron los 30, con 29,5 registrados.
La meteorología ha ayudado al turismo. Y es una de las razones de las cifras de récord que han vivido los hoteles vigueses en lo que va de año. La Semana Santa fue de órdago. Y también ayudaron eventos como la visita del Athletic.
El envés de la noticia está en si nos encaminamos hacia otro clima distinto. Porque asustan algunos datos que Antón Lois, de Amigos da Terra, daba en estas páginas. Si sigue subiendo la temperatura del mar, peligra el marisco. Y ya es frecuente hallar en nuestra ría especies propias de latitudes tropicales.
No es negocio que el precio de bañarnos en aguas cálidas en verano llegue a ser quedarnos sin centollas. Yo no cambio nuestros crustáceos por unos grados en el termómetro. Así que, hasta aquí, felices en Galifornia. Pero ojo con pasarse, que con las cosas de comer no se juega.