Las universidades buscan fórmulas en Vigo para conseguir mecenas

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

marta ojeda

El rector advierte: subir el precio de las matrículas solo baja el número de alumnos

05 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El mecenazgo se ha convertido en un clamor, pero el camino para acceder a él requiere un cambio de mentalidad. Así de claro se mostró ayer Ernesto Pedrosa, presidente del consejo social de la Universidad de Vigo, en la apertura de las cuartas Jornadas de Fundraising. Recordó que las aportaciones a las oenegés crecen, pero la universidad no es un destino prioritario.

Organizado por la Universidad de Vigo para la promoción del mecenazgo, el programa se desarrollará también a lo largo del día de hoy en la sede de la Fundación Barrié en la ciudad, con presencia de destacados expertos nacionales y extranjeros.

Para Lalo Azcona, presidente del consejo social de la Universidad de Oviedo, existe un déficit claro de financiación privada en las universidades españolas, al proceder el 80 % de los presupuestos del Estado y apenas un 7 % del privado. Comparó las sociedades anglosajonas, para las que la universidad es una cosa propia y un orgullo, con lo que sucede en España, donde los antiguos alumnos no se sienten vinculados de la misma forma. «Pensamos que hay una gran vaca que es el Estado, a la que se puede ordeñar», dijo. Azcona aludió a la ilusión puesta en el libro blanco que elabora la Conferencia de Consejos Sociales, «un documento revelador, que verá la luz a finales de mayo o principios de junio».

Para el rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, la solución no pasa por aumentar el precio de las matrículas, de lo que convenció al presidente de la Xunta, porque supondría una barrera y descendería el número de alumnos. El camino, a su juicio, está en ser capaces de multiplicar el dinero público que se recibe y en captar recursos externos. «A filantropía actual funtaméntase nun compromiso social», apuntó.

Eduardo Pamplona, director de comunicación de la Universidad de Oporto, fue el primero en incidir en dos cuestiones sobre las que volvieron el resto de los ponentes al asegurar que «la confianza surge de la reputación y la comunicación es muy importante. Nosotros queremos construir esa confianza y captar fondos».

Pedro Santa-Clara, catedrático de Finanzas de la Nova School of Business and Economics, de Lisboa, se refirió a la construcción de un nuevo campus con fondos privados y en el que el Gobierno solo ha aportado los terrenos. «Nuestro próximo reto será elevar este trabajo a la esfera internacional», auguró.

Al gerente de Afundación, Pedro Otero, le correspondió cerrar las intervenciones con un repaso sobre las dedicaciones de la entidad. Abogó por favorecer la cultura de las donaciones y por que la filantropía no sea anónima, ya que entiende que la persona que dona necesita un retorno. Otero advirtió sobre la necesidad de una nueva ley de mecenazgo.

«Si tienes buena reputación, seguro que la gente te escuchará»

Tras explicar la importancia que la captación de fondos de procedencia privada tiene para los diferentes centros que conforman el Instituto Tecnológico de Israel (Technion), el gerente, David Shem Tov, indicó que «es importante convencer a la gente de lo importante de la excelencia». Como ejemplo de la capacidad de Technion para hacerse con inversiones de mecenas citó el Instituto de Nanotecnología, que se construyó con la ayuda de la familia Russel Berrie.

Otra muestra, dijo, fueron los doscientos millones de dólares entregados por un donante para la construcción de un centro tecnológico en Estados Unidos. Una donación de 150 millones de dólares permitió la puesta en marcha de una universidad en China.

Se mostró convencido de que «si tienes buena reputación seguro que la gente te escuchará» y destacó la importancia de rendir cuentas. En su haber tienen más de una veintena de ejemplos de éxito. Todo empezó con un catedrático que sabía comunicarse con el Estado, empresas... En su opinión, es importante tener a alguien que sepa transmitir. Cree que si no se tuviera una masa crítica, sería difícil transmitir.

La división entre departamentos y facultades no es, a su juicio, natural, sino algo antiguo, ya que en la actualidad se trata de hacer sinergias entre diferentes ámbitos. «Generamos más de 33 millones de dólares al año que se reinvierten en el ámbito químico y técnico», destacó.

«La gente que dona quiere sinceridad para poder confiar»

La directora del Rockefeller Philanthropy de Londres, Donzelina Barroso, destacó la importancia de comunicar la excelencia de las instituciones académicas que quieren tener recursos privados y aseguró que «la gente que dona quiere sinceridad para poder confiar en nosotros». Abogó por empezar poco a poco e irse expandiendo y por ponerse en la piel de los donantes.

Los donantes con los que ella trabaja financian a gente sin ánimo de lucro, incluso aunque estén en países lejanos, como puede ser Nigeria, según informó. Lo importante, dijo, es que lo comuniquen bien.

Barroso reconoció que hay instituciones, como la Universidad Pública de Nueva York, que atraviesan momentos complicados. Como ejemplo citó casos de alumnos que no tienen dinero para desplazarse, comer o pagar la matrícula, aunque sea bastante baja. Esto lleva a buscar donantes para transporte, alimentación y para la propia matrícula. En Estados Unidos, dijo, tener una fundación es algo habitual.

Donzelina Barroso fue la encargada de moderar la mesa redonda en la que los ponentes presentaron sus respectivos modelos y analizaron las tendencias y desafíos para la futura financiación universitaria. El Rockefeller Philanthropy, en el que trabaja, presta servicios en varias ciudades de Estados Unidos, además de Londres. Es líder innovador y ofrece orientación personalizada que puede ayudar a conocer las motivaciones de las iniciativas.