Caballero desafía el órdago del Celta y retomará ya la reforma de Balaídos

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Jacobo Philippot

La obra de Río empieza la próxima semana pese a la intención de Mouriño de irse

18 may 2017 . Actualizado a las 15:21 h.

El alcalde, Abel Caballero, protagonizó ayer el juego en el centro del campo de la Alameda y regateó bien las preguntas que le hizo un canal de televisión catarí. Caballero está dispuesto a mantener la ofensiva en las obras de Balaídos y anunció que «en cuanto acabemos la liga acometeremos una nueva grada por siete millones de euros». Y apostilló: «Estamos convirtiendo el estadio en el Guggenheim de Vigo».

Esto significa que el Concello sigue apostando por la reforma de Balaídos y prevé echar un pulso al órdago planteado por el presidente del club, Carlos Mouriño, de llevarse el estadio al municipio de Mos.

Abel Caballero ha renunciado a entrar al trapo hasta ahora del órdago de Mouriño. «Cuando acabe la liga», dijo. Sus palabras de ayer son un anticipo de lo que está por venir. Porque la liga acaba el domingo y con sus declaraciones de ayer el alcalde deja claro que la reforma de Balaídos no se para. Y el estadio solo tiene un usuario.

La zona de la grada de Río seguía ofreciendo ayer una lamentable imagen de deterioro con uralitas levantadas que dejan a la vista la entrañas de la grada. Afortunadamente no hacía viento y no había peligro de nuevos desprendimientos.

La obras de esta nueva grada se acometerán seis meses después de la previsto inicialmente. La licitación inicial de la obra de Río fue de 6,5 millones y se adjudicó a Copasa en el mes de diciembre. El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales lo mantuvo parado dos semanas y levantó la suspensión cautelar el 6 de febrero. Al día siguiente el Concello firmó la adjudicación a la empresa ourensana Copasa. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, firmó el 7 de febrero el contrato por un importe de 5,5 millones de euros.

El plazo de ejecución previsto para la reforma de la Grada de Río es de un año con lo que a lo largo de todo el año próximo el estadio seguirá con los andamios puestos. Todavía está por ver cuánto afecta al desarrollo de la competición liguera, que vuelve a mediados de agosto, cuando las obras apenas habrán podido avanzar. A diferencia del año pasado, el Celta no va a jugar en Europa, así que habrá menos partidos y no será necesario que la UEFA haga inspecciones como las que sí hizo en el último año en la grada de Tribuna.

El alcalde ratificó que fue acertado de haber suspendido el pasado 5 de febrero el partido contra el Real Madrid por peligro.