El Cunqueiro quiere llevar los SMS de aviso a familias a consultas y pruebas

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Casi toda el área quirúrgica tiene ya el sistema y estudia extenderlo a diálisis y el hospital de día de oncología

28 may 2017 . Actualizado a las 10:00 h.

El Hospital Álvaro Cunqueiro lleva algo más de un mes enviando mensajes a los familiares de los pacientes que son operados, para que no tengan que estar aguardando en la sala de espera. El SMS se envía cuando la operación está terminando y así el acompañante puede acercarse a un despacho para que el equipo médico lo informe. Ahora, ante el éxito del programa, bautizado como Avísame, la dirección del hospital ya quiere trasladarlo a otras áreas no quirúrgicas, como algunas pruebas y consultas.

«Estamos estudiando qué servicios son candidatos», dice el enfermero Daniel Simón, a quien la dirección del área sanitaria de Vigo ha comisionado para que dirija la implantación del programa. Como ejemplos, cita hemodiálisis, hemodinámica, rehabilitación o incluso oncología. Los enfermos de cáncer pasan horas en el hospital de día recibiendo la quimioterapia. A sus familiares se les podría mandar un mensaje cuando esté terminando la sesión para que puedan darse un paseo o tomarse un café en lugar de hacer tiempo en la sala de espera. De momento, se van a estudiar esos y otros servicios y fuentes de la dirección confirman que sí se irá más allá del área quirúrgica, aunque aún hay que concretar los servicios.

En el Cunqueiro ya se ha implantado el sistema en el 90 % del área quirúrgica. En las próximas dos semanas se llevará a las operaciones de cirugía cardíaca. A lo largo del mes de junio, será el turno de los quirófanos del Meixoeiro. En ese hospital se modificará la señalización igual que se ha hecho en el Cunqueiro.

En el centro sanitario de Beade se ha pintado en el suelo un itinerario de rojo y otro de azul, para que las familias que reciben el mensaje de que la operación ha concluido sepan adónde tienen que ir para que los médicos les informen. En cada itinerario hay un punto de encuentro donde los médicos recogen a la familia, y acaba en un despacho para informar con cierta intimidad.

En el Meixoeiro habrá que hacer algo parecido. Es un hospital con una característica muy particular: dos de cada tres operaciones son sin ingreso (ambulatorias). El paciente no está en una habitación antes de operarse. Por eso incluso se plantean que los mensajes sirvan para avisar antes de la intervención.

Solo el año pasado, en el Chuvi se hicieron 33.797 operaciones. El sistema de mensajería a familiares aspira a llegar a todas ellas. Y a más allá.

Daniel Simón: «Hay que cambiar el concepto de espera»

Daniel Simón (Sevilla, 1978) coge carrerilla para explicar cómo unos simples mensajes de móvil están provocando una revolución en cómo los familiares de los pacientes se plantean la espera. A su cargo está la coordinación de la implantación del programa.

-¿Hasta dónde quieren llegar?

-Todo lo que tenga una sala de espera es susceptible de sumarse al programa Avísame. Mi idea es cambiar el concepto de espera dentro del hospital. No es solo mandar mensajes, es cambiar todo el concepto.

-¿A qué se refiere?

-Todos tenemos asumido que cuando te dan una cita en el médico vas a tener que esperar... Una de las mejores cosas del Álvaro Cunqueiro es el entorno, así que no hace falta estar en la sala esperando. Incluso a nivel interno, cuanta menos gente se acumule, mejor para evitar contagios, para la limpieza y para la gestión. Hay multitud de estudios que dicen que las salas de espera aumentan el nivel de ansiedad. Con esto, le regalamos el tiempo a la gente para que haga lo que quiera.

-¿Cuánto de lo que cuenta con tanta pasión cree que va a poder hacer de verdad?

-Eso depende mucho de la dirección y del ecosistema. En el hospital tenemos, en este momento, el ecosistema perfecto para la innovación. Se están haciendo muchas cosas.

-Desde que empezaron, ¿cuánta gente les ha dicho que no tiene móvil?

-Solo tengo constancia de una persona que no tenía y de otra que nos dijo que prefería esperar como siempre en la sala y no nos dio el número.

-En esos casos, o en aquellos en los que alguien se queda sin batería o falla la cobertura, ¿qué hacen?

-Si los compañeros van al punto de encuentro y no está la familia se tira de la rutina que era habitual hasta ahora: van a la sala de espera y llaman.

-¿Cómo surgió la idea de hacer un sistema de mensajería?

-Fue una necesidad que detectamos los compañeros que trabajamos en quirófano. Cuando hablas con los pacientes y sus acompañantes antes de una operación, siempre te hacen dos pregunta: ¿cuánto dura? y ¿dónde puedo esperar para que me informen? Teníamos la sensación de que los familiares se perdían. También había casos en que el familiar justo no estaba cuando el equipo médico lo llamaba en la sala de espera y entonces se pasaba horas esperando en la sala de espera preocupado. Así se fue ideando un sistema.

-¿Hay algo parecido en otros hospitales?

-Solo hemos visto un hospital con un sistema de pantallas como los aeropuertos, que lo ponen en la sala de espera (así que no ganan nada) y en la cafetería.