El tráfico pesado cuartea el paseo turístico de Vigo

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El Puerto alega que el Concello ya sabía que por la zona pasarían transportes especiales cuando aceptó el mantenimiento

22 jun 2017 . Actualizado a las 13:52 h.

Es para darse con un canto en los dientes, literalmente. El paseo de As Avenidas, que discurre junto a la orilla del mar, desde el centro comercial A Laxe y la delegación de la Xunta se halla en un estado deplorable. El alcalde, Abel Caballero, lo atribuye al paso continuo de vehículos pesados y este diario pudo comprobar ayer por la tarde cómo circulaba por la zona un enorme tráiler procedente de Santander que descargó en la marina del Real Club Náutico una gran barco. «Son cuarenta toneladas en total», señalaba el conductor del remolque.

Pero el caso de ayer por la tarde no es aislado. En total, en el último año los adoquines de granito del paseo han soportado el paso de 34 transportes especiales, con grande piezas, como dovelas fabricadas por Dizmar o componentes para molinos eólicos gigantes. «Ha habido transportes que han pesado 120 toneladas y han pasado por las avenidas. Y esa es la causa del problema de la falta de mantenimiento», insiste el regidor vigués.

Pero, además, en la zona se ubican contenedores de basura y los camiones de recogida transitan por allí para vaciarlos.

La Voz ha contabilizado 28 puntos con desperfectos notables. El primero de ellos se encuentra a pocos metros del centro comercial y los últimos baches se hallan casi a la entrada del edificio de la Xunta, que se encuentra próximo al muelle de Guixar, desde donde se embarcan las grandes piezas.

«El suelo se encuentra bastante mal», afirmaba ayer Ainhoa González mientras arrastraba su maleta para avión con ruedas por el irregular empedrado de As Avenidas. Y es que hay que estar mirando al suelo constantemente si el paseante no quiere acabar de bruces. Ya se han producido sentencias que obligan al Concello de Vigo a abonar una indemnización a las víctimas.

Los daños se encuentran bien visibles en losetas partidas que dejan huecos donde se pueden atrapar tacones, piezas desplazadas, hundimientos de zonas que alcanzan los diez metros cuadrados y losetas resquebrajadas.

Algunos de los desperfectos son tan antiguos que entre las lajas han florecido plantas. También hay filtraciones de agua procedente de los jardines y rejillas para aguas pluviales también hundidas.

El paseo de madera, por el que no transitan los camiones ni transportes especiales, también se encuentra muy deteriorado, con chapas y tablas levantadas. En uno de los puntos la situación de peligrosidad es tan evidente que ha sido vallado.

El Puerto y el Concello tienen en vigor un acuerdo por el que el Ayuntamiento tiene que acometer el mantenimiento. Fue firmado el 2 de noviembre de 1992 y la directora del Puerto, Beatriz Colunga, puso de relieve ayer que el Concello ya sabía «que por la zona iban a pasar transportes especiales». «Se deteriora por esto, por el festival del Marisquiño y por todo y no lo mantienen», afirmó Colunga.