Yogur helado no es helado de yogur

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

MARCOS CANOSA

La gondomareña se reinventó como hostelera tras perder el empleo en el sector de la logística

29 jun 2017 . Actualizado a las 00:58 h.

Carmen Martínez trabajaba en una empresa de logística para Citroën que, cuando cerró sucursal en Vigo, propuso a los empleados la posibilidad de conservar su puesto, pero en Madrid, una invitación que la gondomareña no podía aceptar porque las ataduras familiares no se lo permitían. Durante un año estuvo oteando el mercado con la idea de montar un negocio y después de barajar varias posibilidades, se decantó por un establecimiento que tuviese como producto estrella el yogur helado.

En aquel momento había un bum de tiendas dedicadas a servir este producto, pero aquella oferta exagerada duró poco y ahora se ha adecuado a la demanda.

De hecho, la emprendedora reconoce que sintió miedo al inclinarse por esta apuesta, ya que en un viaje a Madrid para asociarse con una franquicia que finalmente no les convenció, vieron otra más del ramo en la capital, con todos sus locales cerrados. «Pero decidimos arriesgar», expone.

Si lo hicieron fue «porque teníamos claro que lo nuestro iba a ser diferente, porque la idea era usar solo materia prima de alta calidad. El éxito que hemos alcanzado en los tres años que llevamos funcionando, procede en un alto porcentaje del yogur ecológico de la granja Casa Grande de Xanceda. Es con el que hacemos nuestras elaboraciones mezclado con leche y un preparado de procedencia italiana para que la emulsión resulte cremosa. Que yo sepa, en Vigo somos los únicos clientes y en el resto de Galicia, surten también a una heladería de Lugo», asegura Carmen Martínez.

La administrativa reconvertida a hostelera, que aprendió a marchas forzadas a base de cursos y estudio, advierte que entre el helado de yogur y el yogur helado hay una gran diferencia, y es que el sabor del primero se consigue casi siempre añadiendo aromas artificiales mientras que el yogur helado es verdadero yogur.

Dos negocios en uno

Su local en la plaza de la Independencia (esquina con la avenida de las Camelias 123) hace honor al espacio que ocupa, ya que en un mismo establecimiento conviven dos negocios, ambos con entrada independiente, aunque se comunican por dentro.

Por una parte está Fonseca, un colmado gourmet en el que el cliente se puede tomar desde una taza de café a una copa de vino, pasando por pasta sin gluten o leches vegetales o, si lo prefiere, comprarlo para llevar. Por otra está Iogur!, donde Carmen elabora y despacha el yogur helado, bien para degustar en el momento, bien para llevar en tarrinas de medio o un litro.

Desde este verano la carta incluye también helado artesano que les sirve una empresa que eligieron porque dispone de variedades sin gluten. «La idea a corto plazo es hacerlos nosotros aquí», afirma. «Y otro de nuestros proyectos es hacernos más pronto que tarde con una furgoneta para llevar nuestros productos a diferentes eventos y sumarnos a la buena marcha de los food trucks», explica. 

Con el yogur helado hacen también batidos con frutas naturales, (tres a elegir cada día) que es la otra estrella del verano, y en zumos, o con cereales y yogur rociado con miel gallega. Carmen dedica sus buenas horas al día a cortar la materia prima. «En kilos puede que pasen por mis manos cerca de 50 kilos de fruta fresca al día, que hay que cortar o pasar por la batidora», reconoce encantada de la buena marcha del negocio que ya tiene un hermano en la calle Pablo Morillo.