02 jul 2017 . Actualizado a las 18:31 h.
La Festa da Rosquilla de Gondomar pasó ayer la prueba de su regreso con creces. Tras once años de ausencia, volvió con todos los honores a la plaza de la Alameda. Un total de 30.000 rosquillas estaban esperando al numeroso público que se acercó. El pregón corrió a cargo de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, que fue nombrada también Rosquilleira Mayor. El evento se aprovechó para retomar el hermanamiento con el municipio homónimo portugués y para ofrecer, junto con las rosquillas, una taza del típico vinho verde de esa tierra por solo dos euros.