Los vendedores ambulantes piden no pagar tasas, como las terrazas de los bares

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ALBA PEREZ

La asociación gallega cree que el declive de los mercadillos de Vigo se debe al canon «abusivo», que ya no compensa pagar

13 jul 2017 . Actualizado a las 13:05 h.

Si las terrazas de Vigo tienen tasa cero, ¿por qué no la van a tener ellos si se rigen por la misma normativa de ocupación de la vía pública? Es lo que se preguntan los vendedores ambulantes que desarrollan su actividad en los mercadillos de la ciudad. Piden al Concello los mismos derechos para este sector, lo que contribuiría a sacarles de la difícil situación que atraviesan. La Asociación Galega de Vendedores Ambulantes comprende que los mercadillos de Vigo se estén quedando sin vendedores como consecuencia de las elevadas tasas aplicadas por metro cuadrado en lugar de metro lineal, como, según dice, se hace en casi todo el territorio gallego.

«Llevamos dos años intentado hablar con los responsables del Ayuntamiento de Vigo para exponerles la situación. Deberían de abrirse un poquito al diálogo. Si la ordenanza actual permite la tasa cero para las terrazas, nosotros somos igual, autónomos que vivimos de la venta», indica Margarita González, vicepresidenta de la asociación y máxima representante desde que el presidente, Francisco Romero dejó la presidencia.

Buena muestra de que en Vigo algo falla es que el nivel de ocupación, tanto en Coia como en Bouzas, es muy inferior a la capacidad del espacio destinado. Hay casi la mitad de los puestos que podrían estar situados. «Mucha gente lo tuvo que dejar porque no ganan para mantenerlos, es una tarifa abusiva. Con estas cuotas da la impresión de que lo que quieren es eliminarlos. No se hace nada por apoyarlos». añade. Califica de «fracaso» la reconversión que se ha hecho en Vigo y pide que se abra la mano para salvar la situación, al ser «uno de los peores ejemplos de Galicia».

El expresidente de la entidad, Francisco Romero, que vivió bajo su mandado toda la transformación de las ferias viguesas, coincide con la vicepresidenta en que en Vigo «hay una intención de sabotear los mercadillos, no hay reconocimiento social como en otras ciudades, sino un desprecio absoluto». Y eso, dice, que se consiguió bajar algo la tasa, aunque, a su juicio, sigue mal aplicada. Cree que existe un agravio comparativo con la hostelería, al no cobrar a este sector por la colocación de terrazas, mientras que a ellos, si existe una escala de cinco tasas, se les aplica la máxima.

«Lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es exigir que la documentación esté a la vista y que cada uno instale los metros que necesite y pague por ellos una tarifa lineal. Si el puesto tiene más profundidad nos da más comodidad. No tiene por qué estar la mercancía amontonada», dice.

Romero recuerda que al pago del impuesto municipal se suma el alta en la Seguridad Social, la Agencia Tributaria y el seguro de responsabilidad civil, requisito indispensable para instalar el puesto. «Hay vendedores que prefieren quedarse en su casa a instalarse en Vigo porque pierden dinero. La gente se volvió loca con algunos recibos que envió el Concello», comenta.

EL PRÓXIMO: O PORRIÑO

«Pondremos en marcha uno nuevo en Torneiros los domingos por la tarde»

En O Porriño trabajan a tope para hacer realidad un nuevo proyecto. «Pondremos en marcha un mercadillo en Torneiros a petición de los vendedores ambulantes de esa zona», explica el concejal responsable, Orlando Márquez. La idea es que empiece a funcionar a finales del verano y el horario será entre las 15.00 y las 20.00 horas. «Algunos venden ese día por la mañana en Bouzas, Mondariz... pero tienen las tardes libres y se les ocurrió», comenta. Serán cerca de sesenta puestos y la tasa será la misma que la de los martes, 1,32 euros por metro lineal y día. De hecho, una de las condiciones que pone el Concello es que los vendedores de los domingos tengan también puesto en el mercadillo de los martes. El motivo es evitar que pierda fuerza el de este último día, algo que quieren evitar los comerciantes de O Porriño al repercutir en sus establecimientos la afluencia de usuarios que acuden los martes al mercadillo. Sobre el temor de algunos vendedores de que las nuevas instalaciones de los domingos fueran solo para las personas de etnia gitana de Torneiros, el concejal responde que no tendría sentido e insiste en que está abierto a todos los que venden los martes. Con esta iniciativa se espera contribuir a la dinamización del municipio.

 EL MEJOR: CANGAS

«Facilita mucho tener a la gente organizada en una asociación y dialogar»

El mercadillo de Cangas es para la Asociación Galega de Vendedores Ambulantes uno de los mejores de Galicia, junto con el de Marín, por su buena gestión. «Están bien controlados, tienen las tasas por metro lineal y buenos recintos», dice la vicepresidenta, Margarita González. El secreto de Cangas lo desvela su alcalde, Xosé Manuel Pazos: «Pusimos la ordenanza en marcha y exigimos la identificación con tarjetas y fotos a la vista para que los vendedores estén legalmente controlados. Lo estamos reorganizando y dignificando, colocando por zonas, estaba muy desordenado, ropa con quesos... Pretendemos que no haya intrusismo ni malas prácticas. La concejala responsable Anxela Vizoso recuerda que hay una asociación de vendedores ambulantes en el municipio: «Facilita mucho tener a la gente organizada y dialogar. Cada cierto tiempo tenemos una reunión para tratar de mejorar el mercado, aunque aún queda por hacer». Les gustaría sacar más puestos a concurso público, pero es difícil, ya que parte del mercadillo pertenece a Portos de Galicia y el Concello tiene que pagar un canon. Los precios para los vendedores son de 0,99 euros por metro lineal y día. El mercadillo fuerte se celebra el viernes, aunque también hay otro el martes.