La liquidación de Hidroscivil permite pagar a los principales acreedores

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El juzgado de lo mercantil decreta el fin del concurso iniciado en el año 2012

21 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya solo quedan cenizas de grandes empresas que en la época de bonanza fueron pilares de la economía local. La última que se ha extinguido ha sido Hidroscivil, una constructora que hizo numerosa obra pública en Vigo y los municipios limítrofes.

El juzgado de lo mercantil número 3, con sede en Vigo, acaba de publicar el edicto por el cual decreta la conclusión del concurso de acreedores al concluir la fase de liquidación. Se aprueba la rendición de cuentas formulada por la administración concursal y la extinción de la entidad mercantil.

Culmina de esta forma un largo proceso que comenzó en el año 2012, cuando la compañía entró en suspensión de pagos al carecer de pedidos que pudiesen garantizar la atención de todas sus obligaciones. Y ha culminado de la mejor forma posible porque se han podido pagar los créditos preferentes y, en proporción, los ordinarios. Fue posible porque se liquidaron todos los bienes de la empresa. Arrastraba un pasivo cercano a los cinco millones de euros y unos activos de tres millones. El bien más importante fue la nave que disponían en la Avenida de Madrid. Salió a subasta con un precio de tasación de 639.000 euros, incluidos todos los intereses.

Estaba hipotecada y fue a parar a manos de la banca. La liquidación resultó satisfactoria porque hubo dinero suficiente para pagar a los trabajadores y a los administradores. Según fuentes jurídicas consultadas, no es lo habitual.

Hidroscivil estaba especializada en adjudicaciones de obra pública y había sido la encargada de ejecutar los paseos de Bouzas, Alcabre y el río Lagares, entre otros. Además consiguió numerosas obras en los concellos de la comarca de Vigo, algunos a través de una UTE con empresas vinculadas a las humanizaciones de la ciudad.

La empresa llegó a cumplir 15 años de vida y entre sus obras figuran los paseos costeros de Vigo y la playa fluvial del río Lérez o varias calles de Redondela. Otra de sus obras clave fue la urbanización y peatonalización de la calle del mercado de O Calvario y la calle Aragón así como la humanización de la calle Cervantes.

El informe Ardán de empresas de Galicia revela que en 2009 llegó a facturar cerca de 19 millones y tenía en nómina a 96 empleados. La crisis de la construcción hizo que aquel imperio se deshiciera como un castillo de naipes. Otras firmas emblemáticas van camino del mismo final, aunque aún se encuentran en pleno proceso para su liquidación.

Queda pendiente por definir el futuro de entidades que tuvieron mucho peso como Alfageme, Promalar, Linorsa, el Real Club Náutico de Vigo, el Palacio de Congresos.