Entre las ocurrencias periodísticas del año destaca la titulada rotonda de los accidentes. Donde no ha habido ningún accidente. Esta incongruencia apareció en algún medio de comunicación y fue imitada por otros. Incluso así fue recogido en el informativo estatal de Antena 3. Por desgracia, la realidad no tiene nada que ver con la creatividad mediática.
Hablamos, claro, de la también llamada rotonda LED, situada en Rosalía de Castro. Adornada con una pantalla circular, ofrece imágenes de vídeo, aunque sea difícil compartir la afirmación de que supera en espectacularidad a Times Square. En cualquier caso, su belleza es un asunto opinable. Tiene detractores, pero también admiradores, como los cientos de ciudadanos que aplaudían a rabiar durante la inauguración.
Lo que resulta inaceptable es llamarla la rotonda de los accidentes. Porque lees luego la información esperando la crónica de esos siniestros y no aparecen ni los datos, ni las fechas, ni los vehículos implicados, ni las estadísticas, ni las personas heridas de diversa consideración... ¿Y por qué no aparecen? Porque no es la rotonda de los accidentes. Sin duda el titular era muy bonito y resultaba muy llamativo para ganar lectores. Pero simplemente no es verdad.
Para construir esta mentira, en el telediario se tomaron la molestia de no llamar a la Policía Local de Vigo ni a fuente alguna. No existía ni un solo dato que sustentase el rótulo que acompañaba las imágenes: la rotonda de los accidentes. Pero está visto que hay quienes aún creen en el viejo adagio: no dejes que la realidad te arruine un buen titular.