La ría de Vigo ya genera energía a partir de las mareas

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Meira Paz

La plataforma diseñada por Magallanes está probando las turbinas en el entorno de Cíes

16 may 2018 . Actualizado a las 13:26 h.

«En julio nos vamos y en agosto estaremos ya operativos». La afirmación la hace un portavoz de Magallanes Renovables, la empresa redondelana que ha apostado por obtener energía de las mareas a partir de molinos flotantes. La gran ventaja del proyecto respecto a otros que ya están en la carrera es la facilidad de acceso a la maquinaria y, por tanto, el ahorro de costes que eso implica a la hora de realizar labores de mantenimiento.

El mismo portavoz confirma que las pruebas que han realizado hasta la fecha -«las últimas la semana pasada»- en aguas del entorno de las islas Cíes han sido un éxito. De hecho, ya están generando electricidad, aunque no es aprovechable, ya que la plataforma todavía no dispone de cable de conexión a tierra. Para eso habrá que esperar hasta mediados de julio. Es la fecha en la que el molino se trasladará a Escocia donde, bajo la supervisión del Centro Europeo de Energías Marinas (EMEC), realizará las pruebas oficiales tras instalar el cable submarino que lo conecte a la red eléctrica. El centro en cuestión cuenta con uno de los laboratorios de energía marina más importantes del mundo.

El cierre del conflicto que Magallanes Renovables mantenía desde hace más de un año con Cardama garantiza el cumplimiento del calendario. Dicho conflicto surgió tras la ruptura de la alianza que ambos mantenían para desarrollar el proyecto. Ese contemplaba la construcción de un prototipo de trimarán, tarea que fue encomendada al astillero, pero cuando ya estaba listo el casco la compañía redondelana cambió de planes y apostó por una plataforma monocasco que encargó a otra empresa del sector naval, en este caso Ganain. El asunto terminó en los tribunales con una orden judicial que impedía remolcar la infraestructura fuera de la ría.

Al final, las partes han sellado la paz. Un acuerdo, cuyo contenido no ha trascendido, ha puesto punto final a las diferencias que les han alejado en estos últimos tiempos, según explicaban en un comunicado hace unos días, en el que reafirmaban su «total convencimiento en que este tipo de iniciativas, en las que varias empresas colaboran en el desarrollo de un atractivo e innovador proyecto de I+D+i, son la base para lograr un futuro sólido para nuestra industria».

La plataforma es el resultado de más de una década de trabajo, que ha contado con la colaboración de cerca de una treintena de colaboradores, tanto privados como públicos. Entre estos últimos figura la Universidad de Vigo. Botada en abril del pasado año, el máximo responsable de Magallanes Renovables e ideólogo de la iniciativa, Alejandro Marques, se mostraba convencido de que el molino flotante no solo les garantizará una buena posición en la carrera para definir el futuro modelo de generación de energía de las mareas, sino que «podremos competir sin complejos con Holanda, Reino Unido, Japón o Estados Unidos». Son los países que compiten por ese primer puesto al que a partir del verano también aspira la compañía redodelana.

Cada una de las dos turbinas con las que cuenta la plataforma, de 45 metros de eslora y 370 toneladas de peso, puede generar un megavatio de potencia.

60 molinos flotantes cubrirían las necesidades eléctricas de una ciudad como Vigo

El molino flotante diseñado por Magallanes incorpora dos turbinas cada una de las cuales genera una potencia de un megavatio, electricidad suficiente para abastecer a unas 2.000 viviendas. Una ciudad como Vigo necesitaría, pues, unas 60 plataformas de este tipo para cubrir sus necesidades.

Lo que hace tan atractivas este tipo de iniciativas y, por ende, que tantas empresas busquen posicionarse en un mercado con tanto potencial, es que la materia prima es infinita, no depende de que haya más o menos viento o más o más o menos lluvia, las mareas están garantizadas.

Es cierto que los campos de molinos no se pueden «plantar» en cualquier lugar. Serán más rentables en función de la fuerza que tengan las corrientes en el escenario elegido. Lo idóneo es que alcancen los 3 metros por segundo, aunque a partir de 1,5 metros por segundo ya resultan rentables.

Además de Escocia, otras zonas del mundo idóneas para instalar este tipo de estructuras son el noroeste de Francia, la había de Hudson, la costa oriental de Canadá, el mar de Japón, las costas de chile y Perú y Terranova. También hay fuertes corrientes en la costa este de China y Corea y noroeste de Australia. El estrecho de Gibraltar forma parte también de esa lista de buenos emplazamientos, pero tiene dos grandes desventajas, ya que por una parte es una zona muy pequeña y por otra y fundamental está demasiado transitada, lo que imposibilita la creación de un gran parque. Galicia no forma parte de esa nómina de enclaves estratégicos.