La Fiscalía no vio pertinente que Ángel, el sintecho de García Barbón, fuese a un centro

María Jesús Fuente Decimavilla
m. j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Bienestar Social asegura que ha hecho todo lo posible, pero que abandona el albergue

02 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La búsqueda de una solución para Ángel Ramilo, la persona sin techo que sobrevive en la entrada de una entidad bancaria cerrada, no se presume ni fácil ni rápida. La Concejalía de Bienestar Social de Vigo lleva dos años intentándolo y hasta ahora las distintas opciones ofrecidas a este eventual vecino de García Barbón han resultado infructuosas. El Concello llegó incluso a instar a la Fiscalía su posible ingreso involuntario en un centro de atención, algo que no consideró pertinente, según indican fuentes municipales.

«Está controlado por los servicios sociales desde el 2020 y estuvo en varias ocasiones en el albergue municipal e incluso fue derivado a un hostal en varias ocasiones por higiene y el equipo de calle del albergue, que lleva Cruz Roja, estuvo el día 25 con él», comentan las mismas fuentes.

El problema, dicen, es que acaba marchándose de los sitios porque no se adapta. «Pide un apartamento para él solo porque, según dice, no puede convivir con otras personas, y eso no es posible, es necesario cumplir una serie de condiciones que él no reúne», comentan desde el Concello.

Sobre la posibilidad de que acuda a un centro de desintoxicación como Cedro ante una supuesta adicción al alcohol, explican que tiene que ser con su consentimiento, algo que resulta muy difícil. De hecho, dicen, el hecho de abandonar el albergue tiene que ver también con la negativa a cumplir las normas.

Entre tanto, Ángel sigue viviendo en la calle entre mantas, vasos, ropa y restos que se van acumulando. De momento aguanta con la comida que le lleva Laura Carrera, una vecina del entorno. El resto de residentes se limitan, como mucho, a comprobar cada mañana si ha logrado soportar la noche. A otros, más insensibles, les preocupa el estado que está adquiriendo la acera recién humanizada.