El lío de las candidaturas de Cíes

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El problema de la opción presentada por el Concello de Vigo es que ya inició previamente el trámite la impulsada por la Xunta

20 nov 2022 . Actualizado a las 13:14 h.

Esta semana hemos tenido un nuevo capítulo en el crónico culebrón entre Concello y Xunta por la declaración respectivamente de las Cíes en solitario o del conjunto del parque nacional de las Illas Atlánticas (Cíes incluidas) como patrimonio de la humanidad. El conflicto lleva tanto tiempo activo ocupando tantas páginas que quizás sería pertinente recordar su origen.

Corría el año 2013 cuando el alcalde de Vigo anunciaba su intención de lanzar la candidatura de las islas Cíes como patrimonio mundial (en realidad se denomina formalmente patrimonio mundial World Heritage). Tiempo después decía el alcalde que la idea se la dio «un amigo, tomando un café». Desconociendo al anónimo artífice de la idea atribuyamos a Caballero su génesis. Hasta aquí todo bien, excepto por un detalle determinante: las competencias. La representación ante la Unesco (de quien depende el invento) corresponde a los estados, por lo que el procedimiento tiene sus fases, que en nuestro caso sería: el concello lo propone ante la Xunta, que a su vez lo presenta ante el gobierno central (en nuestro caso el Ministerio de Cultura) que lo traslada a la Unesco.

En ese momento entra la Xunta en escena. La administración autonómica se entera por los medios de la intención de Vigo, y tras unos años de espera por fin, la entonces conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, anunciaba públicamente en febrero de 2016 que le parecía una excelente idea pero, no existiendo comunicación alguna por parte del Concello de Vigo en esos años (recuerden, es la administración autonómica quien presenta las candidaturas ante el Ministerio de Cultura) la Xunta decidía presentarla en nombre propio, pero no restringida a Cíes sino ampliando la propuesta al conjunto del Parque Nacional das Illas Atlánticas. Por lo tanto, no era ningún secreto la intención de la Xunta y en el Concello de Vigo lo sabían.

Lo que sí fue una sorpresa, un año después, y en esto el alcalde de Vigo tiene toda la razón, en su queja de una absoluta falta de respeto y lealtad institucional por parte de la Xunta, fue el anuncio de que dicha candidatura ya había sido presentada ante el ministerio a mediados de mayo de 2017. Aquella rueda de prensa a hechos consumados del 27 de mayo sin informar ni contar con el Concello de Vigo marcó el inicio de las hostilidades.

El último capítulo, de momento, de esta trifulca nos muestra a Caballero reunido esta semana con el embajador de España ante la Unesco, Juan Rodríguez Uribes, para solicitarle que se elimine la candidatura de la Xunta en favor de la de Vigo. Curiosamente una candidatura que contó con el respaldo del anterior embajador de España ante la Unesco, Juan Andrés Perelló. El caso es que en octubre del 2017 el Ministerio de Cultura daba luz verde a la candidatura del conjunto del parque nacional (la única presentada formalmente a día de hoy) y en marzo de 2018 la Unesco la incluye en su lista indicativa, que es el paso previo a su declaración final, o no. Por medio hubo intentos de conciliación como modificar la denominación de la candidatura, que pasó a ser Cíes ? Islas Atlánticas (suponemos que por intentar calmar a Caballero dando protagonismo a Cíes) o múltiples anuncios del alcalde diciendo un año tras otro que ahora sí, que ahora se presentaba la candidatura de Vigo.

El problema es que ya existe una candidatura presentada, y difícilmente la Unesco aceptará otra solapada en el mismo espacio, por lo que, o la Xunta retira la suya, o Caballero hace lo propio. No parece que nadie vaya a ceder, por lo que tendremos guerra para rato. ¿Y el punto de vista ecologista? Ese será el siguiente capítulo.