El primer hospital moderno de las Rías Baixas

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

En enero de 1896 fue inaugurado en la finca de El Carmen de Vigo el centro sanitario que llevaría el nombre de José Elduayen, diputado conservador que estuvo al frente de cuatro carteras ministeriales

30 ene 2024 . Actualizado a las 19:38 h.

«Se verificó en Vigo el jueves la inauguración del Hospital Elduayen. Las autoridades fueron en carruajes desde la casa consistorial hasta aquel establecimiento.

Las llaves de este las recibió el alcalde. El obispo de Tui bendijo el local y seguidamente dijo misa en el oratorio, oyéndola todos los presentes. El prelado puso fin a la ceremonia pronunciando un elocuente discurso, tomando por base lo necesaria que era a una población como Vigo la fundación de un hospital. Los invitados pasaron después al bosque del establecimiento y allí se sirvió un espléndido lunch», así daba cuenta La Voz de Galicia de la inauguración del primer hospital municipal de Vigo el 23 de enero de 1896. Aunque la ciudad tenía en ese momento un hospital militar, ubicado en el Areal, y una Casa de la Caridad, que atendía a enfermos pobres, el nuevo centro fue el primero de carácter municipal que tuvo la ciudad. Nació un año antes de que se abriera el Hospital Provincial de Pontevedra, ciudad en la que existía un centro municipal desde 1849, aunque en muy malas condiciones.

La construcción de este nosocomio fue posible gracias a la aportación de una importante cantidad de dinero de José Elduayen y Gorriti, por eso llevaría su nombre en los siguientes años. Su origen se sitúa a finales de 1894 cuando la corporación viguesa acuerda iniciar una suscripción popular para realizar una estatua del marqués del Pazo de la Merced, en agradecimiento a sus múltiples servicios prestados a Vigo. Es la estatua que hoy en día preside los jardines de As Avenidas.

El 24 de diciembre, José Elduayen dirigió una carta al pleno de la corporación para tratar de convencer a los concejales de que sería más útil destinar el importe de la suscripción en la construcción de un hospital, proyecto del que había oído hablar recientemente. «A este establecimiento dotaría yo de todo el mobiliario, ropas y efectos que fueran necesarios para su completa instalación, solicitando, por mi parte, que a una de sus salas se le dé mi apellido, con lo cual demuestro a ustedes mi egoísmo, al aspirar a recibir un testimonio de gratitud, no solo de la presente, sino de la futura generación», decía José Elduayen en la carta dirigida al Ayuntamiento de Vigo.

Leída la carta, el pleno acordó por unanimidad insistir en la realización de la estatua y aceptar «con el mayor gusto los ofrecimientos que hace el señor Elduayen del donativo para realizar el proyecto de hospital». Asimismo, el pleno acordó dar el nombre de Elduayen a la totalidad del hospital. El Ayuntamiento de Vigo encabezó la suscripción popular con la cifra de diez mil pesetas. Finalmente, Elduayen prometió entregar al proyecto del hospital la misma cantidad que se destinase a la estatua. La Diputación aportó 7.500 pesetas al proyecto.

Cuatro meses después de esta decisión, mientras la suscripción para la estatua ya sobrepasaba las cincuenta mil pesetas, el Ayuntamiento alcanzó un acuerdo de alquiler de la finca de El Carmen, situada en el camino de Regueiro, «en un paraje donde corren aires puros, en la carretera a Baiona y con hermosas vistas al mar».

Enrique Lanzós

Aquel primer hospital tuvo como director a Enrique Lanzós y contó, según explica la prensa de la época, con un médico, un farmacéutico, un capellán, un practicante, un administrador, un enfermero y cuatro hermanas de la Caridad, una plantilla que se incrementó en los años posteriores debido a las crecientes necesidades que planteaba el continuo ascenso de la población de Vigo. El edificio tenía dos plantas en las que se abrían tres estancias con veinte camas cada una de ellas.

«Cuando llega Lanzós a Vigo, la situación era paupérrima en cuanto a recursos materiales. Solo estaba la Casa de la Caridad y las instalaciones militares. Con Lanzós llega el hospital y su filtro inicial que era el cuarto de socorro, y después empiezan a aparecer los primeros adelantos, como los primeros especialistas y los primeros medios de diagnóstico, como son los equipos de radiología y los laboratorios. Pero paralelamente, había en Vigo una serie de profesionales bien formados pero que actuaban en sus despachos privados», explicaba a este periódico el doctor Fernando Domínguez Freire cuando publicó con el Instituto de Estudios Vigueses el libro De la antisepsia a los Pabellones Sanitarios.

En 1918, el Hospital de Elduayen ya no era capaz de asumir las necesidades sanitarias de la ciudad por lo que el Ayuntamiento decidió la construcción de un hospital nuevo. Encarga la obra al arquitecto Manuel Gómez Román. Será él quien construya los conocidos como Pabellones Sanitarios, el precedente del actual Hospital Nicolás Peña. El traslado de la actividad hospitalaria se realiza en el año 1922.

El Concello compró la extensa finca de El Carmen en 1925 «en previsión del futuro ensanche de la ciudad». La idea era construir allí un cuartel militar para poder liberar el de O Castro, que, mediante una permuta, pasaría a la administración municipal, algo que no se produjo.