200 vigueses pleitean cada año contra la Administración por caídas, viales y negligencias médicas
VIGO CIUDAD
Los ciudadanos duplican sus reclamaciones patrimoniales respecto a la etapa de prepandemia y alcanzan una cifra récord
25 mar 2024 . Actualizado a las 20:26 h.Caídas en la acera por una baldosa rota, lesiones a causa del mal estado de las carreteras, operaciones quirúrgicas que salieron mal... Hasta 203 vigueses dirigieron sus reclamaciones patrimoniales contra las distintas Administraciones en el 2023 para pedirles que les pagasen una indemnización por los daños y perjuicios sufridos a causa de un deficiente mantenimiento de las infraestructuras o del mal funcionamiento de los servicios públicos. En apenas ocho años, los ciudadanos de Vigo han presentado más de mil reclamaciones patrimoniales a instituciones públicas que incluyen al Sergas, Concello, Diputación, Zona Franca y otros.
Los casos registrados el año pasado en los dos juzgados de lo contencioso-administrativo de Vigo duplican los que se presentaron en prepandemia. Concretamente en el 2019, donde solo hubo 97 asuntos, y el 2017, otros 102. Ahora estamos hablando de 203, el doble que hace un lustro y el 58 % más que en el 2022. Son cifras de récord que también han llamado la atención de los
En un juzgado de lo contencioso, admiten que las reclamaciones patrimoniales es lo que más está entrando ahora, ya que suponen la cuarta parte de todos los asuntos del año. Uno de cada cuatro pleitos va dirigido contra la Administración por su mal funcionamiento. Le siguen reclamaciones de personal del funcionariado (por ejemplo, para que reconozcan su categoría), multas y asuntos de urbanismo.
La batalla en los tribunales contra la Administración puede prolongarse mucho tiempo porque, si pierden, estas instituciones lo pelean y no dudan en presentar recursos o apelaciones hasta que salga una sentencia firme. Pero, según comenta una abogada, las resoluciones son rápidas.
«Hay que estar muy finos, ellos lo niegan todo»
La abogada Ana Domínguez, experta en reclamaciones de seguros y de responsabilidad civil, logró recientemente que la Zona Franca indemnizase con 8.000 euros a un peatón que había tenido un percance en una acera estrecha con coches aparcados en unas instalaciones de Balaídos. También defiende a pacientes que reclaman compensaciones al Sergas por daños por negligencia médica. «Ningún asunto es igual a otro», dice.
—¿Ha notado un aumento de estas reclamaciones?
—Sí pero hace años se ganaban más casos. Ahora, muchos tribunales dicen que el peatón debe ir atento a donde pisa, antes se consideraba que era una responsabilidad objetiva.
—¿Cómo se resolvería el caso de una loseta rota?
—Hay que ver que el defecto no sea visible, que se pisa la loseta y se levanta al pasar. Hay que sacar fotos del sitio del accidente concreto y recoger los datos a los testigos porque la Administración lo niega todo. Nunca reconocen ningún tipo de responsabilidad, hay que tener una prueba contundente.
—¿Qué recomienda?
—Tras una caída, conviene ir inmediatamente a urgencias para acreditar la causa-efecto entre la caída y el daño que se va a reclamar. Hay que estar muy finos en todo, probar que lo que se va a reclamar causó el daño, e ir al médico muy pronto, no tres días después y manifestarle los dolores que siente en el cuello o la mano, por ejemplo. Las Administraciones van a negar las lesiones, no reconocen ni el lugar de los hechos.
—¿Animaría a reclamar?
—Sí, les animo, porque si la reclamación se hace bien, si desde el principio se corta bien el traje, sale adelante.
—¿Qué cuantía reciben?
—Siempre depende del daño que se cause, a un cliente mío le dieron 8.000 euros, dijo que el daño era superior y recurrimos.
—¿Y las negligencias médicas?
—Es difícil luchar contra la Administración pero hay cosas que no se pueden ocultar, recomiendo consultar con un buen médico al presentar la reclamación.
—¿Lleva otro tipo de pleitos?
—Las reclamaciones por el derecho al honor de los morosos. Están arrollando a los ciudadanos y, si se enfoca bien, la gente gana el juicio. Se están pasando siete pueblos en los sectores de telefonía o bancos. Por cien euros que debes te meten en el registro de morosos y, si reclamas, los tribunales te dan mil, 2.000 o 10.000 euros.
«La Administración se aprovecha de la buena fe del ciudadano para echarle la culpa de la caída»
La abogada Ana Quiroga Vidal también lleva casos relacionados con la reclamación patrimonial. «Me parece fundamental recordar a los ciudadanos que no deben fiarse de la buena fe de las Administraciones públicas», afirma la letrada. Esta explica que se ha encontrado con casos en los que las personas al haber presentado ellas mismas las reclamaciones« pensando que la Administración no iba a dudar de su palabra y pruebas, no explicaron como debieran lo sucedido o no practicaron las pruebas como era conveniente y la Administración se aprovechó de ello, para echarles las culpa de la caída». Asegura que en esos supuestos es muy complicado lograr revertir la situación en nuestra condición de abogados.
Recuerda ahora un caso en que «lo logramos, y conseguimos una indemnización de más de 22.000 euros, en muchos otros ni siquiera vemos viable ya la continuación de la reclamación.»
Ve muy importante destacar que, debido a la complejidad de estas reclamaciones, es «altamente conveniente acudir desde un primer momento a abogados especializados en la materia, pues también me he encontrado varios casos que los clientes venían de otros abogados y en muchos de estos, la reclamación ya no tenía viabilidad o incluso en mi opinión no la tuvo desde el inicio».
Asegura que «fiarse del abogado especializado aunque no nos guste la respuesta inicial y al que hemos acudido porque nos aporta confianza. Con ello me refiero a que si un abogado especializado te dice que no lo ve viable después de analizar el caso, la normativa y la jurisprudencia, si vas a otro que te anima a reclamar y después pierdes y te condenan en costas, lo entiendas».
Estos casos, afirma Quiroga Vidal, son «muy difíciles de ganar» porque «la Administración por sistema siempre encuentra disculpa», de ahí que tengan tanta repercusión algunas de las resoluciones positivas, «pero ello no quita que haya casos que son absolutamente evidentes desde nuestra óptica que nunca van a prosperar y por ello, una primera consulta de viabilidad donde se analice en detalle el caso en concreto es clave, para evitar costes innecesarios».