Me pregunto en qué momento dejó de estar de moda el feminismo. Y por qué. Igual es por el hecho de que dentro de mi cuerpo de mujer se está fabricando una niña y desbordo hormonas femeninas por todos mis poros pero estoy muy reivindicativa. Casi tanto como Patricia Arquette, que alzando su Óscar a la mejor actriz de reparto por Boyhood lanzó un mensaje contundente a todas sus compañeras de profesión y a toda la industria de Hollywood. ?A todas las mujeres que dieron a luz, a cada contribuyente y ciudadano de esta nación: hemos peleado por el derecho a la igualdad de todos los demás, ha llegado nuestra hora de alcanzar la igualdad salarial de una vez por todas, y la igualdad de derechos para las mujeres en los Estados Unidos de América?. Gracias a Patricia Arquette ahora sabemos que a las estrellas masculinas les pagan muchísimo más que a las femeninas por el mismo trabajo. Según The Hollywood Reporter, la brecha salarial es gigantesca. Así Robert Downey Jr, el actor mejor pagado en el último año, ganó 75 millones de dólares mientras que su compañera Jennifer Lawrence se embolsó menos de la mitad, 35 millones, en el mismo período. También gracias a la protagonista de la serie Medium nos hemos enterado de que a las madres trabajadoras en Estados Unidos les pagan todavía menos que a las mujeres que no tienen hijos. Por eso Patricia Arquette, de 47 años y madre de dos hijos, arrancó su discurso refiriéndose a ellas. Mi parte favorita es en la que nos recuerda a las mujeres que somos expertas en reclamar derechos ajenos dejando a un lado los propios. Gran verdad.
Horas antes de la entrega de los Oscar, en el Benito Villamarín, unos hinchas béticos que estaban en las gradas entonaron el siguiente cántico: ?Rubén alé, Rubén alé, no es culpa tuya, es una puta, lo hiciste bien?. Estas delictivas palabras iban dirigidas al delantero Rubén Castro y a Laura Pena, su ex novia, quien le denunció por malos tratos en junio del 2013. El fiscal pide para Castro dos años y un mes de cárcel por cuatro delitos de maltrato y un quinto de amenazas leves hacia su ex novia, ya que considera que la habría agredido físicamente en cuatro ocasiones y le habría mandado un mensaje de texto amenazante a su teléfono móvil.
Los hooligangs de Castro le cantan su apología de la violencia de género desde que fue detenido pero solo ahora han salido a la luz esos estribillos atroces. Los cómplices de estos ultras con mando y plaza en el Betis condenan ahora duramente lo que llevan muchos meses permitiendo y silenciando. Muy reconfortante todo. Casi tanto como las escasísimas voces que se han alzado ante tal barbaridad. La tibieza en este caso es inadmisible. De entre los dirigentes políticos que se han pronunciado destaca casi en solitario la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. ?No es tolerable que en ningún estadio de fútbol haya ningún tipo de manifestación a favor de la violencia de la mujer?. Díaz ha reclamado que se sea ?implacable? con estos violentos. No he encontrado a ninguna mujer pública más que se haya mojado con este tema tan repulsivo, ni dentro ni fuera de Sevilla. Después de que saltara a la luz todo este escándalo, la estrella del Betis y presunto maltratador reapareció el pasado martes en el entrenamiento a puerta abierta con el resto de sus compañeros. Castro fue el jugador más aplaudido y el que más autógrafos firmó a la salida. La justicia aún no ha dictado sentencia contra él. Sin embargo a su ex novia ya la han condenado. No cabe duda. Hay que volver a las trincheras