Eres bella

Carlota Corredera DIRECTORA DE SÁLVAME DIARIO

YES

02 may 2015 . Actualizado a las 05:09 h.

Por más que me he embadurnado de cremas específicas aderezadas de litros de aceite de rosa mosqueta no lo he conseguido. Tras ocho meses de gestación mi piel se ha plagado de nuevas estrías. No son las únicas que surcan mi cuerpo. Las primeras aparecieron cuando di el estirón, aún en el colegio. Como le cantó Julio a Chabeli, cuando pasé de niña a mujer. Las demás fueron surgiendo cada vez que mi cuerpo cambiaba lo cual ha sucedido en multitud de ocasiones en las últimas décadas. Cuando compartí mi disgusto con la matrona de las clases preparto, ella fue contundente: «Ninguna crema ni aceite puede evitar lo que la genética tiene previsto para tu piel». La genética, esa amiga íntima del destino que mueve los hilos de nuestra vida y nuestra autoestima. A ella te puedes agarrar si hay algo que no te gusta de tu cuerpo o cara. Incluso puedes intentar plantarle cara para acabar tirando la toalla derrotada y desolada. Recuerdo que una tarde en Sálvame, nos visitó un tronisto o pretendiente del programa de Emma García y Jorge Javier se acercó a dirección y me dijo: «Vaya cuerpo que tiene el amigo ¿eh? Qué buena genética, Carlotiña. Quién la pillara». A lo que le contesté: «Pues sí, envidio su genética pero a mis padres no los cambio por nada ni nadie del mundo». Y así es. 

Uno de los mayores motores económicos del planeta a lo largo de los últimos siglos ha sido y es el de la industria que te promete que puedes luchar contra tu genética. Contra los genes de la obesidad, de la alopecia, de las arrugas precoces, de los pechos caídos, de las caderas anchas, de la celulitis en muslos y nalgas, de la barriga cervecera, de las dentaduras sin bonita sonrisa. Pero a los grandes imperios de la cosmética, las dietas y los cuerpos perfectos les llueven últimamente los enemigos. Bajo el cuestionable epígrafe de «mujer real» ha surgido un nuevo movimiento que le ha plantado cara al 90-60-90 y a las pieles impolutas. Para muchos, sobre todo para muchas, la era de la belleza inalcanzable está llegando a su fin. Cada vez se alzan más voces contra esa tiranía de la perfección. La última ha sido la de la fotógrafa Jade Bell que ha puesto en marcha la campaña global «You are beautiful», «Eres bella», una página de retratos femeninos sin retoques. Bell describe esta iniciativa como ?una plataforma chulísima para fotógrafas de todo el mundo, donde pueden aportar imágenes sin retocar e historias inspiradoras de mujeres que promuevan su autoestima?. Y añade para «El Huffington Post»: «Muchas mujeres se sienten solas y sin apoyos mientras tienen que lidiar con los cambios de su cuerpo, ya sea por un embarazo, un posparto, abortos, desórdenes alimenticios, depresión, subidas de peso, cáncer u otras enfermedades o accidentes. Esta página intenta ser un salvavidas para  todas ellas».

En «Eres bella» aparecen un montón de fotografías de mujeres, muchas acompañadas de sus hijos, que descubren sus imperfecciones ante la cámara sin tapujos y hablan así de ellas mismas. «Mi cuerpo es el de una madre. Puede que no me guste cada centímetro ni cada cicatriz pero lo miro con la claridad de la perspectiva de un niño. Este cuerpo fue un hogar para cada uno de mis cuatro hijos y ha alimentado a todos ellos. Aunque solo sea por eso, no puedo evitar quererlo». Benditas estrías. Amén.