El tinto de verano...  te quita años

YES

ANGEL MANSO

¿Taninoterapia? Una experta nos enseña a maridar gaseosas y vinos para paladares exigentes, pero por menos de tres euros cada jarra. Son buenos hasta para el bronceado. 

22 ago 2015 . Actualizado a las 10:47 h.

Un tinto de verano es un cóctel, solo que de vino. No hay que rebajar su estatus, porque puede ser una delicatesen a la altura de cualquier menú y que contente a los entendidos más exigentes. Pero es que, además, es un reconstituyente para la piel después del sol, porque el vino tinto la rejuvenece (gracias al antioxidante resveratrol) y aporta a un cuerpo acalorado minerales como calcio, hierro, potasio, magnesio o zinc, que se evaporan más rápidamente del organismo cuando suben las temperaturas. 

La experta Cristina Alcalá revisó para YES las posibilidades de este combinado en el chiringuito Los Pinares de la playa de Cabanas: eligió tres gaseosas y las maridó con cinco vinos diferentes, algunos con crianza y de diversas zonas de España. Todos se compraron en el supermercado y están en la barrera de los 2,5 euros. El resultado fue una bebida que sorprendió y en la que apareció los mejor de los caldos (algunos incluso mejoraron). «No hay que tener prejuicios: si se mezclan ginebras o los whiskys de gran calidad, por qué no un vino. Es más, se puede ir jugando para encontrar la medida del tinto de cada uno».

Los romanos ya rebajaban con agua el vino para conseguir un brebaje refrescante y con el que pudiesen alargar sus fiestas sin sentirse embriagados. Alcalá la defiende como una gran bebida veraniega, porque es un producto de calidad, refrescante, sencillo y que se personaliza para cada comensal. Es más, se pueden preparar incluso varias jarras, unas más cargaditas que otras. Una buena presentación puede redondear un combinado que sale por unos tres euros los dos litros, muchísimo más económico que las clásicas cervezas. Con la ventaja de que es más digestivo y se puede repetir durante más horas sin acusar demasiado el efecto del alcohol. Nos refresca y, al tiempo, estamos tomando un producto natural con antioxidantes.

SIN CÍTRICOS Y CALMANTE

Los defensores de esta bebida aseguran incluso que combate la anemia cuando sube el termómetro, algo que coincide precisamente con la época del año en la apetecen menos las lentejas y demás alimentos ricos en hierro. Y no solo eso, ayuda a regular la temperatura corporal y mejora la circulación sanguínea, así que después de una caminata es el cóctel más económico para reducir volumen en las piernas. Se le atribuye, incluso, un efecto sedante y una larguísima lista de propiedades.

A la hora de prepararlo Alcalá no es partidaria de añadir cítricos y recomienda no recurrir nunca al hielo, porque agua muy rápidamente la mezcla. Así que el primer paso es escoger las gaseosas (bebiéndolas solas antes, queda patente lo que van a aportar). Las hay con toque dulce; otras más secas (precisamente la más popular en las estanterías del súper) y también sirven las genéricas, a medio camino entre las dos anteriores, aunque con una burbuja menos persistente. No hay reglas para el tinto de verano; imperan los gustos, así que hay que ir combinando. «Se empieza mezclando el vino y la gaseosa al 50 % y se puede ir catando si un mencía nos gusta más con una gaseosa más seca o con la más dulce».

En la segunda receta de la cata de tinto de verano YES, la mezcla consiste en dos medidas de gaseosa por una de vino y los resultados siguen sorprendiendo para bien, incluso para los más aficionados al mundo vinícola: aún se nota la fruta en los más alegres como el mencía; el Toro sigue haciendo gala de su vigor; y los crianzas, de lo que son. Conclusión: lo divertido es encontrar la fórmula que más guste, y para ello se pueden recurrir a utensilios de coctelería con los que tener claras las cantidades de nuestra fórmula y no mezclar al tun tun.

¿BARRANTES?

Los vinos con cierta acidez son perfectos para el tinto de verano, y tal vez por eso los enólogos señalan que algunos graneles (siempre que estén en buen estado) aportan mucho a este cóctel. Un toque de distinción autóctona puede ser hacerlo con Barrantes: «Aporta acidez y cuerpo; funciona muy bien. Pena que sea complicado de conseguir».