Santi Millán: «Llevo un look descuidado muy cuidado... No sabes lo que me cuesta»

YES

asdf

Dice que tiene una cara vulgar y que por eso no paran de sacarle parecidos. Alguno de ellos increíbles. «¡Qué hago yo ahí», se dijo hace poco. Su entrada en la wikipedia es bastante larga, no es para menos, lleva 30 años en esto

29 nov 2015 . Actualizado a las 02:33 h.

Este chico vale para todo. Lo mismo te hace reír, que se pone al frente del Chiringuito de Pepe, o le quita el puesto a Jesús Vázquez o Jorge Javier como presentador en Got Talent. Lo vale. Santi Millán (Barcelona, 1968) no para, ni cuando tiene tiempo libre. Coge la bici y se echa a pedalear. Incluso lo hará en A Coruña, donde esta noche presenta su espectáculo Comedy Zoo Tour. 

-Esta noche estarás por aquí con José Corbacho y Javier Sancho, ¿qué nos vais a hacer?

-Lo que os dejéis.. La pretensión es pasar un buen rato juntos, que tal y como está la cosa no es poco. Contaros un poco lo que tenemos en la cabeza, lo que nos preocupa, lo que nos ilusiona, esas mierdas que todos tenemos y que nosotros tenemos la suerte de poder verbalizarlas en un escenario, también nos sirve como terapia y yo creo que a la gente también. 

-José Corbacho que más que un compañero de trabajo es un amigo.

-Totalmente, hace unos días estuvimos actuando en Barcelona en un teatro que nosotros abrimos como teatro hace 25 años. 

-Corbacho, Buenafuente, tú... tenéis un grupito de amigos que a la mínima os juntáis para trabajar. 

-Sí, sí y para otras cosas. Yo creo que somos gente con gustos muy afines y que nos gusta reírnos de las cosas, empezando por nosotros mismos. 

-Cuando uno trabaja con un amigo, tiene que tener cuidado. Ante todo es un negocio. 

-Es mucho mejor. Le veo más ventajas que inconvenientes. José en ese aspecto es un tío muy racional, y yo también, sabemos exactamente dónde estamos cada uno y lo que hay, la relación nunca ha afectado a lo profesional, al contrario, nosotros nos conocimos trabajando y eso ha sido lo que nos ha unido y nos entendemos muy bien. No hemos tenido ni problemas de egos, ni de dinero, ni de nada. 

-No has parado. Pones tu nombre en la Wikipedia, y hay que darle para abajo, para abajo... 

-La cuestión es que tienes que trabajar, lo que significa ese currículo es que llevamos unos años en esto, que no empezamos hace cuatro días, dentro de poquito hará 30 años. 

-Le das a todo: actor, director, productor, monologuista, presentador... ¡Qué capacidad de metamorfosis!

-No sé si es capacidad o que no queda más narices. Yo creo que hay que saber adaptarse y también el hecho de variar tiene su punto, y poder afrontar nuevas aventuras siempre motiva. Si hay alguien dispuesto a correr el riesgo  conmigo pues yo estoy encantado. 

-Me imagino el día a día en el que te mueves, jornadas maratonianas, ¿te queda tiempo para disfrutar de la vida?

-La verdad es que hay veces que no. Este trabajo lo que tiene es que es muy complicado encontrar una rutina de funcionamiento, todo va a trompicones, los calendarios son difíciles de concretar. Este mes está siendo muy frenético, no queda tiempo para mucho, pero intentamos llevarlo de la mejor manera posible, con buena filosofía y siendo conscientes de que hay gente que lo pasa mal por falta de trabajo, así que a mí no me vas a oír quejarme. 

-Y en breve vas a estrenar un programa en televisión con Jesús Vázquez y Jorge Javier, vamos que lo raro es que el presentador seas tú. 

-A mí también se me hace raro, pero tiene su lógica. En Got Talent, sobretodo en las audiciones que es una parte muy importante del programa, el jurado tiene mucho peso, más que el presentador, por eso sabiamente la cadena decidió poner a dos personas (las cuatro son impresionantes, las otras dos son Eva Hache y Edurne) con una gran trayectoria televisiva, muchas tablas...

-Eres una de las personas con las que más parecidos se sacan, ¿por qué crees?

-Yo creo que porque llevaba el pelo largo y barba, y hace que si tú eres más o menos alto con una nariz prominente, uniforma mucho. La gente me decía: ?Me confunden mucho contigo? y luego nos veías al uno al lado del otro y no teníamos nada que ver, pero sí es cierto que salieron bastantes parecidos. Estuvimos hace poco en Cartagena y había un tío en el palco de butacas, que hasta yo cuando lo vi dije: ?¡Qué hago ahí!?. Se parecía mucho a mí. Tengo una cara muy vulgar.

-Ya tienes recambio para cuando quieras.

-Pues no me iría nada mal. Que alguno de ellos se enrollara e hiciera alguno de mis trabajos, eso sí la remuneración económica sería para mí. 

-Decías lo del pelo largo, a mí me da la sensación de que eres el eterno joven. ¿Te cortaste el pelo para parecer un poco mayor?

-Lo del corte de pelo es por una necesidad de cambio, por romper con esa estética que a la gente le llevaba a unos personajes, y seguramente para seguir evolucionando y encontrar nuevas historias me hacía falta un lavado de cara dentro de las posibilidades de cada uno. Hay cosas que no se pueden cambiar, pero el pelo como lo cortas y va creciendo, pues dije creo que es una buena forma de cambiar de etapa y cortarme la melena, aunque últimamente me están dando ganas de dejármelo otra vez largo. 

-Porque tú vas de desaliñado, de informal, pero en realidad eres el más presumido de la clase. 

-Todos somos presumidos dentro de nuestras posibilidades, a todos nos gusta gustar y vernos bien. Yo llevo un look descuidado muy cuidado. No sabes lo que me cuesta...

-¿De dónde sacas tiempo para ensayar los monólogos? ¿Los ensayas?

-Sí, sobre todo los textos nuevos hay que ensayarlos y hay que prepararlos, porque además un monólogo no está listo cuando lo acabas de escribir, cuando está bien es cuando llevas unas cuantas actuaciones, cuando has podido testar el texto y has visto lo que funciona y lo que no, es ahí cuando está bien, porque de lo que piensas que va a funcionar al principio a lo que funciona realmente...

-¿Recurres a tu día a día para montarlos?

-Totalmente. Yo creo que el secreto del monólogo está ahí, si tiene algún secreto. Lo que te puede hacer diferente a los demás que lo hacen es contar tus cosas, y yo es lo que intento, contar mis mierdas, las cosas que me motivan, que me ilusionan, que me tocan las narices, lo que me mueve, contarlo a la gente y contarlo a mí manera. No sé si para bien o para mal, es lo que me hace diferente, que la gente vea que lo que cuento es de primera mano, que no es una historia que podría contar cualquier otro. 

-«El Chiringuito de Pepe» vuelve a funcionar, es un papel que traspasa la ficción, en casa te dejan ponerte a los fogones ¿o pasas? 

-En casa me dejan pero los resultados no son los mismos. Pero a mí me gusta cocinar, y no sé me da mal del todo. No llego a la altura del chef, Sergi Roca, pero me defiendo. 

-¿Eres buen anfitrión?

-Yo creo que sí, me gusta que la gente esté a gusto y que se lo pase bien, pero por otro lado no organizo muchas cenas por una cuestión de tiempo, si tenemos que cenar nos juntamos en un restaurante y mejor. La gente también me lo agradece. 

-La bici es tu refugio, ese pequeño placer de la vida que utilizas para huir. 

-No sé si para huir pero sí para reconstruir. Me va muy bien, es sacrificado, pero la bicicleta tiene unos valores que van muy bien para aplicar después en el día a día. También sirve como regenerador mental, el poder estar ahí contigo mismo haciendo ejercicio es algo que te beneficia tanto a nivel de cuerpo como de mente. 

-¿Pero en el día a día luego coges la bici?

-Si, voy al teatro en bicicleta, y en la ciudad siempre que puedo me muevo en bici. 

-Esperemos que a A Coruña no vengas en bicicleta. 

-En A Coruña puedes hacer un llamamiento, porque Javi Sancho, que es otro de los que viene con José Corbacho y conmigo, que es muy gracioso, me está dando rabia porque dicen ya que es más gracioso que nosotros, y aun vamos a tener un problema, también anda mucho en bicicleta, y ya estamos mirando para alquilar unas bicis de carretera para hacer una ruta.