Nacho Carretero: «Sé que en las celdas de las cárceles gallegas hay 'Fariña'»

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MARCOS MÍGUEZ

No hay tema que se le resista, desde el ébola hasta Pablo Ibar, pero la curiosidad por la fariña le ha llevado a traspasar la raya. Del éxito. Las letras de su primer libro pronto saltarán a la televisión, algo que ni en sus mejores sueños imaginaba.

13 jul 2016 . Actualizado a las 11:43 h.

Como buen gallego, tenía claro que en el momento que se lanzara a la narrativa, tenía que hacerlo muy puesto de fariña. Y así lo hizo, en el sentido literario, para publicar un libro muy bien documentado sobre el origen y la historia del narcotráfico en Galicia, Fariña, que ya va por la 6ª edición y que dará el salto a la pequeña pantalla con la serie que prepara Antena 3. Pero sigue maquinando. El siguiente objetivo: su Deportivo. Libros del K.O le ha dado la oportunidad de sumarse a los Hoolingans ilustrados, la colección sobre fútbol en la que «plumas conocidas» convierten sus colores en literatura.

-El libro termina: «No se debe olvidar lo que todavía no ha terminado». Y tanto, solo hay que echar un vistazo a las noticias de estos días («Un alijo de droga en...» / «Localizada una planeadora cerca de Corme...» ).

-Creo que en los últimos años hubo, no sé si intencionado o no, una idea de que el narcotráfico, en general en España y en particular en Galicia, era algo del pasado. A partir de lo que yo investigué sí que vi una cierta intencionalidad de las autoridades de hablar del tema como algo pasado o que era cosa de extranjeros que operaban en Galicia, y que no pintaban nada los gallegos. Esto genera la percepción de que ya no hay ningún problema, ni narcotráfico... Pero las noticias dan pistas de que no, aunque ahora son más opacos, discretos, funcionan de otra manera y dejaron atrás esa ostentación, la ruta de la cocaína sigue pasando en gran parte por Galicia.

-Ahora hay un cierto equilibrio ¿no? Ni ellos son tan cantosos y ni las autoridades tan pasotas...

-En los años 80 se hacía esa ostentación porque se sentían invencibles. Sito Miñanco iba en descapotable, Laureano Oubiña se compraba un pazo... era consecuencia de que el Estado no estaba haciendo las cosas como las tenía que hacer, bien por desconocimiento o por desidia. Había mucha connivencia con la clase política, mucha corrupción policial, y llegaron a sentirse invulnerables, algo que la sociedad gallega no toleró. Ahora esto no existe, están vigilados muy de cerca, el Estado sí que funciona, y tienen que llevar un modus operandi distinto: más discretos, más eficaces y más serios, esto no significa que no exista, solo que es más difícil de ver.

-Muchos de los hechos que relatas los conocimos a posteriori, ¿crees que dentro de unos años nos enteraremos que a día de hoy la connivencia sigue siendo tan brutal?

-Estoy convencido de que dentro de unos años nos enteraremos de cosas que están ocurriendo ahora y nos sorprenderán. Sé que hay más actividad de la que la mayoría de la gente piensa, bastante connivencia a todos los niveles, y que Galicia sigue siendo una puerta de entrada prioritaria para la cocaína que viene de Latinoamérica. Esto es algo que se sabe entre las autoridades o periodistas especializados, pero la mayoría de la gente no tiene conciencia. El consumo sigue siendo altísimo, así que las rutas tienen que seguir existiendo porque cocaína sigue habiendo por las calles.

-Lo que cuentas en el libro es la punta del iceberg. Si como dices en el libro un radar rastreara el fondo marino, igual era un tomo de enciclopedia.

-Cada capítulo daría para un tomo, porque lo que pretendo en Fariña es dibujar un paisaje de los orígenes a la actualidad de lo que ha sido y es el narcotráfico en Galicia, pero no me pude permitir profundizar todo lo que merecía porque si no me voy a la Larousse.

-De todas las historias personales que tocas, ¿cuál es la que más te ha impactado?

-Creo que el libro como cualquier historia de narcotráfico o criminalidad tiene un riesgo, que es el caer en la admiración o romanticismo de ciertos personajes. Sito Miñanco da.., iba a decir para una serie pero ya va a existir, pero sí que hay algunos personajes a los que caes rendido, pierdes la perspectiva de que son personas reales y parecen personajes de una novela. Así que creo que lo que más me impactó fue la otra cara de este relato, la más cruda, por ejemplo, la generación perdida de chavales de las Rías Baixas que se quedaron por el camino por la enorme presencia de droga en aquella época.

-Más allá del anonimato que te pidieron muchos de los testimonios, ¿te pusieron muchas trabas?

-No en el sentido de zancadillas, más que nada que la gente no quería hablar y si lo hacía era desde el anonimato, algo que perjudica el relato periodístico, pero no me quedó más remedio.

-En algún momento el miedo te hizo replantearte seguir adelante...

-No, no, no, en ningún momento. Sí que es verdad que hubo ciertos nombres de la actualidad que cuando los escribes sabes que se van a mosquear. Pienso también en periodistas como Julio Fariñas, Elisa Lois o Benito Leiro que sí que se jugaron la vida, recibieron amenazas y siguieron adelante, así que si ellos lo hicieron qué menos que seguir cuando la situación es distinta.

-No es un libro cómodo, no hay nada nuevo, pero sí documentado, y volver a poner sobre la mesa ciertas historias puede herir sensibilidades...

-Yo pensé que iba a ser peor, que más gente se iba a enfadar pero no me ha llegado nada, al revés, yo sé que entre ciertos círculos de gente que está cumpliendo condena, el libro circula, y en algunas celdas de las cárceles gallegas lo están leyendo muchos protagonistas.

-En las celdas de las cárceles gallegas, ¿hay «Fariña»?

-Sí, sí, eso lo sé a ciencia cierta. La «Fariña» impresa.

-«No hay partido político que no haya sido financiado por el narcotráfico». Tirar de esta manta ya son palabras mayores...

-Tirar de esa manta creo que es una obligación, pero es una de las tantas que no podía tirar porque si no me iba adonde hablábamos antes.

-¿Es meterse en camisas de 11 varas?

-Siempre que son temas políticos es terreno pantanoso pero creo que la obligación del periodista es esta. Esta frase me la dijo un juez, estoy convencido al cien por cien que si alguien tiene conocimiento e información para afirmar algo así es él. Da que pensar.

-¿Crees que los capos llegaron a tener más poder que el propio poder?

-A nivel local llegaron a tener si no más, el mismo que políticos locales. Entre otras cosas porque muchas veces ellos eran el poder local. El alcalde de Ribadumia era Nene Barral, jefe de los contrabandistas de tabaco, el de O Grove, narcotraficante, igual que el secretario de la Cámara de Comercio de Vilagarcía...

-¿Estamos anestesiados a día de hoy?

-No sé si anestesiados, pero si es cierto que tenemos una narcocultura heredada. Estamos muy acostumbrados a una gran presencia de la droga en Galicia, es una constante y mucha gente se da cuenta cuando sale de Galicia, que no es tan normal esa connivencia. También hay cierta normalidad a encontrarse noticias en la prensa cada vez que hay una descarga o un trapicheo. El máximo ejemplo fue el día que salieron las fotos de Feijoo con Marcial Dorado, tuvieron un eco grande pero tampoco supuso nada, él siguió en su puesto y a la gente no pareció indignarle demasiado, es una buena prueba de la presencia de esta gente en la vida pública.

-¿Hay mucha hipocresía?

-No sé si es tanto hipocresía como la percepción de que es pasado o lejano. Por ejemplo, en la zona de Vilagarcía hay un porcentaje de negocios que proceden directa o indirectamente del narcotráfico y a nadie le importa si esto es así, y no solo gente de A Ría de Arousa, sino turistas, que van a un hotel y no se plantean ni por un instante pertenece con el narcotráfico, y esto existe porque hay una cantidad tremenda. Una madre, que su hijo murió por culpa de las drogas, me dijo una frase que me parece definitoria de la situación actual: «Antes la gente miraba para otro lado con las drogas, pues ahora mira para otro lado con el dinero de las drogas. Hay mucho desinterés por saber adonde llegan los tentáculos en la economía gallega.

-«Fariña» es un sueño, que estaba en tus manos, pero que se vaya a convertir en serie. ¿Lo pensaste alguna vez?

-Ni en mis mejores sueños, ya no pensaba que fuera a tener el éxito que está teniendo, y ya el tema que nos comprasen los derechos y que vaya a haber una serie en Antena 3 si me lo dices...